Carcedo y Bolo, ante un mismo objetivo: Ganar crédito

El Real Oviedo se enfrenta este próximo domingo al Real Zaragoza en La Romareda (16:15 horas). Los azules visitan uno de los campos que, históricamente, peor se les da. Hasta la fecha, los carbayones visitaron el feudo aragonés en 40 ocasiones, en los que sumaron 6 victorias, 5 empates y 29 derrotas. De hecho, los azules acumularon 29 años sin ganar, un registro que han roto hace cuatro temporadas, con dos triunfos y un empate en los últimos tres años.

Ahora, maños y carbayones llegan a su cuadragésima primera cita en La Romareda en una situación análoga. Con nueve puntos (dos victorias, tres empates y tres derrotas), ambos ocupan la zona media baja de la clasificación, decimoséptimo y decimosexto, respectivamente. Además, con los mismos registros goleadores (cuatro goles a favor y seis en contra).

Y ya no solo en cuanto a datos, también en sensaciones. El ambiente que se respira en Zaragoza es muy similar al de la capital del Principado de Asturias. Juan Carlos Carcedo, por el momento, no ha sabido dotarle de identidad al equipo. Durante estas ocho jornadas, el riojano, al igual que Bolo, ha probado varios esquemas con el fin de alcanzar una regularidad táctica y competitiva. El 4-2-3-1 y el 5-4-1 fueron los dos dibujos que fue alternando en este inicio de competición, aunque los resultados no avalaron ninguno de los dos. Por ello, Carcedo continúa en la búsqueda de soluciones que mejoren los resultados y contenten a su afición.

"Somos clubes muy parecidos en todos los aspectos: masa social, expectativas... Esta categoría es muy complicada. De 22 equipos, 16 quieren ascender. Llevamos los mismos números en todo. Debemos aprovechar el ambiente, que creo se les puede venir en contra", han sido las declaraciones, esta mañana, de Tomeu Nadal cuando se le preguntó acerca del encuentro ante el Zaragoza.

Así todo, el león rampante espera hambriento la llegada del Oviedo. Este será un duelo de necesidades entre dos equipos que comenzaron la temporada con altas aspiraciones, y que de momento rinden por debajo de lo esperado. Por tanto, y antes las exigencias de sus proyectos, este partido entre maños y carbayones se antoja como una bocanada de oxígeno tanto para Bolo como para Carcedo.