Cristo González y su dulce llegada a Portugal

Fue uno de los descartes del verano. Tras un año de cesión en el Sporting de Gijón, Cristo González dejó atrás una temporada complicada en el conjunto asturiano en busca de nuevos retos. Una búsqueda que no duraría demasiado cuando, el mismo 1 de julio, el Arouca portugués anunció la incorporación del delantero.

Dentro del movido año que tuvo el Sporting, el pasado curso no fue del todo negativo para Cristo González. El tinerfeño llegó a Gijón procedente de un Real Valladolid con el que, la anterior campaña, había disputado un total de 29 partidos ligueros, en los que encontró portería en dos ocasiones. Una cifra bastante pobre.

Desde su llegada, se ganó la confianza de Abelardo. Tanto que, en las tres primeras jornadas, el técnico asturiano optó por un sistema con dos delanteros en el que Cristo era el elegido para acompañar a Djuka en la referencia ofensiva. Una confianza que no fue a menos con la llegada de Ramírez, que optó en varias ocasiones por ubicarle en una posición más retrasada, como si de un centrocampista se tratara. En total, Cristo disputó un total de 37 partidos con la camisteta del Sporting, acumulando seis goles en el casillero.

Su nueva etapa no ha empezado nada mal. Ya ha disputado sus tres primeros partidos oficiales con el Arouca, y está siendo una de las sensaciones del esuipo. Y es que, en esos tres encuentros, el tinerfeño ha encontrado portería en dos ocasiones y ha dado una asistencia. Números con los que Cristo seguro quiere reivindicarse y dar muestra de su potencial, a pesar de que el Sporting no le encontrase hueco.