De jugar al fútbol descalzo a soñar con un ascenso a Primera

"En mi familia no teníamos dinero, pero éramos felices porque teníamos vida", recordó Kwasi Sibo en una entrevista concedida en Radio MARCA Asturias donde repasa su lado más humano

Imagen
Kwasi Sibo
Kwasi Sibo, futbolista del Real Oviedo

Escucha

Entrevista completa a Kwasi Sibo en Radio MARCA Asturias

Mié, 26/02/2025 - 10:00

Kwasi Sibo irradia felicidad allá donde pisa. Desde el primer día en el Real Oviedo, el ghanés se convirtió en uno de los líderes del vestuario azul gracias a su carisma arrolladora. Su energía, su buen rollo y su optimismo desbordado se han vuelto ingredientes indispensables de un equipo que sueña con el ascenso a Primera. "Lo vamos a conseguir", expresó el mediocentro africano en una entrevista concedida a Radio MARCA Asturias.

Pregunta: Si eres alegre ya de serie, más si cabe después de ganar al Burgos.
Respuesta: Sí (se ríe). Me gusta dar energía positiva dentro del vestuario. Es mi forma de ser.

P: No fue un partido fácil.
R: No. Ellos son un buen equipo, juegan bien y consiguieron hacernos el primer gol. Creo que nosotros empezamos mal. Sin embargo, sabemos lo que queremos, que es el ascenso, y fuimos a por la victoria. Luego terminamos el partido luchando muy bien sin balón. Ganamos los tres puntos, que era lo que queríamos.

P: Tuviste un buen papel en la segunda parte.
R: El míster había hablado conmigo antes de salir para que me colocara por delante de la defensa. Me dijo que jugara fácil y que estuviera pendiente de las vigilancias. Marcamos el 1-1 y luego fuimos a por el segundo.

P: El equipo está rindiendo a buen nivel en lo defensivo.
R: Sí. El míster habla con nosotros en cada entrenamiento. Lo hace con cada línea y luego de manera individual. Nuestro objetivo es tratar de no encajar y ahora lo estamos consiguiendo.

P: En lo personal, ¿cómo te encuentras?
R: Soy un jugador nuevo en un equipo muy grande. Estoy muy contento con la participación que estoy teniendo. Trato de trabajar mucho y, al mismo tiempo, aprender en cada entrenamiento. Antes de venir yo estaba convencido que podía hacer muchas cosas para ayudar a este club a subir.

P: Calleja tiene mucha confianza en ti.
R: Sí. Es muy importante estar bien preparado en lo mental. Si salgo es para ayudar y si no juego un partido, me centro en seguir entrenando. El objetivo es estar preparado para cuando me toque ayudar al equipo.

P: Eres un jugador fetiche para el Oviedo.
R: (Se ríe) La gente me lo decía mucho en redes sociales: "No Sibo, no fiesta". Todos somos un equipo y una familia. Mi mentalidad es la de ayudar. Tanto en el campo como contagiando energía positiva al equipo.

Imagen
Kwasi Sibo

 
P: La competencia en tu puesto se ha endurecido.
R: Ha llegado César de la Hoz, que es mi compañero. Él tiene el mismo objetivo que yo. Luego será el míster el que escoja quién juega y qué necesita el equipo. Yo siempre voy a estar feliz. Lo importante es el equipo y que suba a Primera división.

P: ¿Qué te dice Calleja?
R: "Tú siempre en mi equipo" (se ríe). Sabe que me encanta el buen rollo dentro del vestuario, bailando y haciendo bromas. Él me anima a que siga siga así.

P: Tus compañeros siempre lo destacan de ti.
R: Es la verdad, así soy yo. Forma parte de mi personalidad. Yo cuando me levanto de la cama me digo: "Si tengo vida, lo tengo todo". Ya entonces empiezo el día feliz, con música y bailando. Despierto muy contento y así salgo de casa. Necesito tener la mente así.

P: ¿Siempre fuiste de esta manera?
R: Mira, en África no hay mucho dinero. Nosotros en mi familia teníamos pocas cosas. No teníamos dinero, ni casas grandes, ni coches, ni zapatos caros... Sin embargo, éramos felices. Le dábamos mucha importancia a la vida. De nada sirve tener grandes lujos si no tienes vida.

P: ¿Qué recuerdas de tu infancia?
R: Nací en Ghana. Allí hablábamos inglés. Tengo seis hermanos, una hermana y yo soy el pequeño. Mi madre era jugadora de baloncesto. Sin embargo, yo solo quería jugar al fútbol. Lo hacíamos descalzos en la calle porque no teníamos dinero, éramos muy felices.

P: Y ahora te convertiste en futbolista profesional.
R: Tengo una vida muy buena y gracias a eso puedo ayudar a mi gente. Todos los meses envío dinero a mi familia y a mis amigos. Trato de ayudar a mi pueblo para que compren comida.

P: ¿Tu familia ha venido a verte?
R: No, nunca han venido. Es muy duro para mí. Ellos tienen trabajo en Ghana y tienen su vida allí. Yo estoy aquí solo. Algunos amigos de mi infancia que ahora están en Europa si vienen a verme.

Imagen
Sibo

 
P: ¿Cómo fueron tus inicios como futbolista?
R: Cada verano venían ojeadores a mi país. Un día, durante un partido, me vinieron a fichar para ir a jugar al Krasnodar (Rusia). Luego me fui a Armenia y más tarde al Watford inglés. Después al Udinese en Italia y finalmente llegué al fútbol español.

P: Y ahora Oviedo.
R: Sí, mi puta casa (se ríe). La gente de aquí me da mucho amor en la calle. Estoy muy feliz, me encanta Oviedo. Cuando fiché, la gente me decía 'Subo' y no Sibo. Yo no lo entendía, hasta que me di cuenta lo que significaba esa palabra. Lo vamos a conseguir, estoy convencido.

P: ¿Qué supone jugar con Cazorla?
R: Mira, siempre me gustó mucho Santi Cazorla. El año pasado, cuando jugué contra él, después del partido fui a pedirle su camiseta. Yo no le di la mía y él me preguntó por qué no se la daba. No entendía que quisiera mi camiseta (se ríe). Luego, durante el play off contra el Espanyol, yo me la puse, subí la foto a Instagram y empecé a recibir muchos mensajes. Desde entonces, Oviedo está en mi corazón.

P: ¿Cómo eres cuando sales de El Requexón?
R: Llego a mi casa, preparo la comida, hablo un poco con mi familia y luego duermo una siesta de tres horas. Me levanto, voy al gimnasio, ceno, hablo con mi familia otro rato y si no hay ningún partido, veo una película o escucho música.

P: A todo esto, el domingo llega el Deportivo de la Coruña.
R: Será un partido muy duro porque es un gran equipo. Lo bueno es que jugamos en casa y seguro que con mucha gente. Iremos a por los tres puntos. Es un partido muy importante para nosotros.

P: Antes de finalizar, un mensaje para el oviedismo.
R: Les mando un abrazo muy fuerte. Decirles que los necesitamos este domingo. Estamos aquí para ellos. Vamos a por la victoria.