10 años sin Manolo Preciado y 10 recuerdos imborrables

Este lunes se cumple el aniversario del fallecimiento del entrenador de Astillero, parte esencial de la historia del Sporting de Gijón

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Preciado
Manolo Preciado, durante su etapa como rojiblanco. En el medio, con su amigo Quini
Lun, 06/06/2022 - 16:40

El 6 de junio es una fecha marcada, tristemente, en la historia del Sporting de Gijón. En 2012, Manolo Preciado fallecía en Valencia, días antes de ser presentado como nuevo entrenador del Villarreal. La noticia caló hondo en el sportinguismo. Se iba una de las piezas más importantes en el pasado más reciente de la entidad. Por ello, su afición se congregó a las puertas de El Molinón para rendirle un sentido homenaje. Una muestra del legado que Preciado dejó en Gijón. 

Su figura trascendía más allá de lo futbolístico. El cántabro se mimetizó con la ciudad y Gijón lo hizo con él. Durante su etapa en el Sporting, manifestó en muchas ocasiones su deseo de seguir en Asturias una vez finalizara su etapa en el equipo rojiblanco. La desgracia hizo que no pudiera cumplir su deseo, pero Manolo Preciado estará siempre junto a su equipo. Frente a El Molinón, en la alameda que lleva su nombre, la estatua del cántabro es uno de los reclamos más habituales de los turistas que pasean por los alrededores del campo. Los amantes del fútbol siguen reconociendo a un entrenador que dejó huella. 

Manolo Preciado llegó al Sporting en el verano de 2006. El técnico de Astillero recalaba en Mareo con la intención de despertar a un equipo dormido en la Segunda división. Su idea pasaba por recuperar a un factor importante: el público. El Molinón vivía resignado en Segunda división presentando unas cifras muy bajas en cuanto a asistencia. Con Manolo, eso cambió. Pese a que el equipo tuvo que pelear por conseguir la permanencia en la categoría, el público se enganchó a la mentalidad del cántabro. Se convirtió en un ídolo para un sportinguismo que tenía en Preciado el mejor clavo al que agarrarse. 

El éxito le llegó en 2008. Con un equipo con sus señas de identidad, Manolo Preciado sacó al Sporting del pozo de la Segunda división. Una temporada especial que supuso el quinto ascenso de un técnico trabajador. Pese a la infinidad de trabas que se encontró en su vida personal, el fallecimiento de su mujer y de su hijo, su mentalidad siempre fue de querer seguir hacia delante. De la mano de su "mañana saldrá el sol", el cántabro cimentó una carrera que tuvo su etapa más especial en el Sporting. 

Tardes de gloria como el ascenso ante el Eibar, la permanencia en Primera ante el Recreativo, las victorias ante Granada 74 o el Numancia, la victoria en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid de José Mourinho, su enfrentamiento con el portugués, los solventes triunfos ante grandes equipos como el Sevilla o el Valencia o la décima posición en su última temporada completa en Gijón. Diez momentos que se completan con la herencias que dejó en su Molinón. El segundo entrenador con más partidos en la entidad vive y vivirá siempre en el recuerdo del sportinguismo. Cuando se cumplen diez años de su marcha, el Sporting se acuerda del 'bigotín' más ilustre que pisó El Molinón.