El año de aprendizaje de Riki: Su temporada con más minutos y un final muy cruel 

Riki Rodríguez (Oviedo | 1997) jugó ayer sus últimos minutos de la temporada 22-23 de la mano del Albacete Balompié, el equipo revelación de la Segunda División. El conjunto manchego, un recién ascendido cuyo objetivo era la salvación, consiguió hacerse con la sexta plaza, acabando la temporada regular ocho puntos por encima del 7º. Y dentro de ese equipo, entre muchos nombres de nivel como Manu Fuster, Boyomo o Dubasin, emerge la figura de Riki Rodríguez. 

El ovetense fue una pieza fundamental en los esquemas de Rubén Albés en ese centro del campo. El «18» jugó tanto como interior como en el doble pivote, y acumuló más de 3.300 minutos, repartidos en 40 encuentros, en los que anotó un gol y repartió una asistencia. Hasta la fecha, nunca había disputado tantos encuentros en el fútbol profesional ni había gozado de esa confianza por parte de ningún entrenador. 

En el Oviedo, con José Ángel ‘Cuco’ Ziganda en el banquillo, nunca llegó a ser importante. El navarro optó por un fútbol más directo en el que no encajaba Riki. Además, el técnico carbayón por aquel entonces no le veía para jugar en el doble pivote. Por ello, en enero de 2021 salió rumbo a Santander, donde fue un jugador clave. Tras su vuelta, Riki tenía claro que no quería quedarse en el Oviedo y se fue a jugar al Burgos de Michu, donde a pesar de tener más minutos que en Asturias, seguía sin estar del todo satisfecho. Nuevamente buscó un nuevo camino en enero, pero esta vez acertó de pleno. 

Su destino fue el Albacete de Rubén de la Barrera, un equipo con un juego vistoso y de tener el balón que favoreció e impulsó los puntos fuertes del ovetense. Llegó como cedido, pero con una condición: si los manchegos ascendían, Riki pasaría a ser propiedad del Albacete. Con él sobre el terreno de juego, consiguieron derrotar al Depor en la final (1-2) y conseguir el ascenso. 

Y este año, con Rubén Albés en el banquillo, el jugador se ha visto aún más potenciado, siendo titular en la mayoría de encuentros. “¿Riki? ¡Es muy bueno! Es un futbolista muy completo, inteligente, tiene piernas, te da ventajas… No es lo que haya hecho yo. Está mostrando lo que realmente tiene. Como otros compañeros: que no lo estaba haciendo hasta ahora, pero lo tenía dentro. Ahora se está viendo el nivel que tiene Riki y otros jugadores”, aseguraba el técnico hace unas semanas. 

Tras su gran temporada, el ‘Alba’ quería conseguir el ascenso a la élite, pero se enfrentó a la mejor versión del Levante de toda la temporada y acabaron derrotados por un global de 6-1 en las semifinales. Ahora es momento de descansar y recargar pilas. Con contrato hasta 2024, Riki continuará en el cuadro manchego y a las órdenes de Albés, con el objetivo de seguir dando pasos en su carrera. A los 25 años y cada vez más maduro, aún le quedan muchos retos por cumplir.