El ascenso directo, a precio de ganga

Real Oviedo y Real Sporting de Gijón, ambos fuera del play-off de ascenso, echan números para colarse entre los seis primeros. En el caso de los azules, para hacerlo por primera vez en lo que va de temporada. Y en el caso de los rojiblancos, para regresar después de caerse este domingo tras su derrota en Burgos.

Más allá de poner el foco en el play-off, los dos equipos asturianos de Segunda división también miran hacia el ascenso directo. Y es que la diferencia entre ambos conjuntos y el Espanyol, segundo en la clasificación con 47 puntos, no es ni mucho menos inalcanzable. A pesar de las derrotas de esta pasada jornada, el Sporting de Gijón está a cuatro puntos, mientras que el Real Oviedo se encuentra a seis.

Esta igualdad tiene su explicación: el ascenso directo está a precio de ganga. Echando la vista atrás, nunca antes colarse entre los dos primeros a estas alturas ha estado tan barato como en la presente campaña. Al menos, desde que en la temporada 2010/2011 se incorporase el formato actual para lograr el salto de categoría, con dos plazas para el ascenso por la vía rápida y cuatro puestos que dan lugar a jugar el play-off.

Es decir, en ninguna de las trece campañas anteriores, el segundo clasificado ha estado por debajo de los 47 puntos tras la jornada 28, tal y como tiene ahora el Espanyol. Ni siquiera los mismos. El equipo que más se le ha acercado ha sido el Zaragoza, en la campaña 2019/20, cuando a estas alturas había sumado 48 puntos. Ya con 49, en la 2015/16, el Alavés, o en la 2013/14, el Deportivo de la Coruña con la misma puntuación. En el resto, para estar como mínimo segundo había que tener 50 puntos o más.

Estos 47 puntos que ostenta ahora el conjunto perico contrastan, por ejemplo, con los 58 que a estas alturas tenía el Celta de Vigo en la temporada 2011/12, o los 55 del Girona en la 2017/18 y el Almería en la 2020/21 y 2021/22.

La baja puntuación de este curso, atípica a todas luces, motiva tanto al Real Oviedo como al Real Sporting de Gijón a poner el objetivo más allá de la promoción de ascenso. Un botín desde luego goloso, pero escaso si lo comparamos con el premio que supone ascender esquivando el play-off. Así todo, demasiada competencia: media categoría también aspira a lo mismo.