El bendito problema de Javi Calleja

A falta de poco más de dos semanas para el inicio de la competición hay pocas cosas seguras en el once del Real Oviedo. El conjunto azul ha hecho los deberes a tiempo y su técnico, Javi Calleja, cuenta con la mayor parte de la plantilla a su disposición. Por ahora, 25 fichas en el primer equipo, a los que habrá que sumar un par de incorporaciones más y alguna que otra salida, como la de Samu Obeng. Un fondo de armario importante que volverá a dejar un plantel con numerosos efectivos y con la posibilidad, escasa, de que el Vetusta también acompañe. 

Precisamente, Jaime Vázquez y Santi Miguélez, los únicos dos futbolistas del filial del Oviedo que están realizando la pretemporada con los mayores, están dejando muy buenas sensaciones. Sobre todo, este último, que anotó y asistió en el último partido en tierras murcianas ante el Al-Ettifaq árabe. “Están mostrando un nivel muy alto y son iguales que los demás, son uno más. Cada vez que han jugado han rendido igual. Estoy muy pendiente de ellos y mantendrán la dinámica del equipo", reconocía recientemente el técnico madrileño. 

Ambos lucharán por hacerse un hueco en un primer equipo en el que, ahora mismo, sobran efectivos. La operación salida tendrá que agilizarse en las próximas semanas, sobre todo teniendo en cuenta que el conjunto azul pretende incorporar a un extremo y a un delantero en lo que resta de mercado. Mientras tanto, Javi Calleja tiene aún margen para deshojar la margarita en su once. 

En todos los encuentros de pretemporada el técnico ha repartido las oportunidades y hay numerosos puestos en los que no está claro quién jugará de inicio en Riazor. La portería, los dos laterales, el doble pivote o la banda izquierda son algunos de los dilemas que tendrá que decidir en los tres amistosos que restan, pero lo que queda claro es que el Oviedo seguirá manteniendo un fondo de armario de garantías, al igual que el curso pasado. Un factor que dio muchos puntos la temporada anterior y del que podrá disfrutar Calleja, que también está encontrando soluciones en el Vetusta. No todos podrán jugar, un ‘bendito problema’ para el técnico.