El espejo del Espanyol: Un precedente que invita al Oviedo a creer
El conjunto perico llegó al ecuador liguero con solo 16 puntos, ajustó su plantilla en enero y terminó salvándose con 42. Un ejemplo reciente que refuerza el camino del equipo carbayón
Real Oviedo
El Real Oviedo llegará al tramo final de la primera vuelta con un reto evidente: sumar puntos para salir de la zona baja antes del parón invernal. Sin embargo, el contexto no es inédito en la élite. El ejemplo más reciente lo ofrece el RCD Espanyol de la temporada pasada, un equipo que también regresaba a Primera y que vivió un comienzo lleno de turbulencias antes de enderezar su rumbo.
En la jornada 19 de la campaña 2024/25 -el cierre de la primera vuelta- el conjunto dirigido por Manolo González acumulaba 16 puntos, apenas seis más de los que suma el Oviedo cuando faltan cuatro jornadas para alcanzar ese mismo punto de la temporada. Su dinámica tampoco invitaba al optimismo: irregularidad, problemas para cerrar partidos y una necesidad clara de reforzar varias posiciones.
El punto de inflexión llegó en enero. El Espanyol realizó un movimiento decisivo en el mercado de invierno: tres incorporaciones y tres salidas, ajustes quirúrgicos que redefinieron su competitividad. No fue una revolución, sino un retoque inteligente sobre la estructura ya existente. El resultado acabó siendo contundente: el equipo perico terminó la Liga con 42 puntos y una salvación mucho más solvente de lo que hacía pensar su primera vuelta.
El paralelismo es evidente. El Oviedo está compitiendo con sobriedad en las últimas jornadas, pero necesita un impulso que le permita transformar sensaciones en puntos. El mercado de enero puede ofrecer ese salto, igual que lo hizo en Cornellà de la mano de Fran Garagarza. La clave, como entonces, no es la cantidad de fichajes, sino su precisión: reforzar posiciones estratégicas, liberar fichas que no están teniendo peso y equilibrar un equipo que ya ha demostrado ser difícil de batir.
El ejemplo del Espanyol no garantiza nada, pero sí demuestra algo esencial: la primera vuelta no sentencia a nadie. Un recién ascendido puede crecer, ajustarse, corregir y alcanzar la permanencia desde un punto de partida muy similar al del Oviedo actual. Con cuatro jornadas aún por disputar antes del ecuador, la temporada azul tiene margen, recorrido y un precedente cercano al que agarrarse.