El Oviedo vuelve a demostrar su elemento diferencial
Los azules cocinaron una victoria a fuego lento ante el Granada en la que los hombres del banquillo fueron determinantes
“De las cosas que más me alegran es que, dentro de la igualdad, los que han salido del banquillo han marcado la diferencia”, expresó el técnico del Real Oviedo al término del encuentro. Javi Calleja tenía motivos suficientes para estar contento por el triunfo de los suyos ante el Granada, pero quiso destacar por encima de todo la labor de los suplentes, claves en la recta final.
Hasta el minuto 60, el Oviedo estaba mejor que su rival pero le faltaba un paso más para desatascar el encuentro. Por ello, Calleja miró a la banda y llamó a Francisco Portillo y a Paraschiv. Poco después hizo lo propio con Sebas Moyano y Paulino, y el resultado fue inmejorable. Los cuatro tuvieron un gran impacto en el encuentro y fueron decisivos para que los tres puntos se quedasen en el Carlos Tartiere.
El tanto anulado se produjo entre Portillo, goleador, y Paulino, asistente, pero fue más tarde cuando se produjo la acción que lo cambió todo. Y, de nuevo, con los revulsivos como protagonistas. Fue el ‘10’ azul el que filtró el pase y Sebas Moyano el hombre derribado por Luca Zidane dentro del área. El cordobés fue el más listo de la clase y Colombatto transformó la pena máxima para hacer estallar de júbilo al Tartiere.
Poco tardó el Oviedo en finiquitar el encuentro. Cuatro minutos en los que otro futbolista entrado en la segunda mitad pudo reivindicarse. Dani Paraschiv se fue del meta francés y definió con tranquilidad para sentenciar el choque. Un triunfo vital en el que prima el colectivo. “El equipo hoy ha dado una lección de equipo, hemos competido muy bien. La diferencia estuvo en nuestro banquillo”, reconocía orgulloso el técnico.
Un día más los revulsivos volvieron a cambiar el rumbo de un choque que apuntaba al empate. Una situación que no es nueva para el Oviedo. Sin ir más lejos, la semana pasada en A Malata también fueron diferenciales jugadores como Hassan, Portillo y Del Moral, que habían entrado en la segunda mitad. Prueba de la fortaleza del colectivo que poseen los azules. “Dice mucho de la plantilla, de la competencia que hay y del compromiso de todos. Cada partido le puede tocar a uno diferente y todos tienen que estar metidos para conseguir sacar los tres puntos cada jornada”.
Por delante, al Oviedo le espera la última semana de este 2024, muy comprimida por el calendario. En total, tres partidos en una semana que volverán a poner a prueba el fondo de armario de los carbayones. El próximo martes, los carbayones visitarán La Romareda para medirse a un Zaragoza en crisis. Los maños acumulan seis partidos consecutivos sin vencer y llegan con urgencia a la cita. No estará Colombatto, pero el banquillo ya le ha demostrado a Calleja su nivel para aportar. Y tras ese duro encuentro, para cerrar el año visitará el Carlos Tartiere el Córdoba, el peor visitante de la categoría. Seis puntos muy importantes en los que el Oviedo quiere seguir demostrando su elemento diferencial: el fondo de armario.