El Sporting prioriza sus primeras opciones antes que los tiempos

Habrá que esperar salvo sorpresa. La dirección deportiva del Sporting de Gijón, liderada por Gerardo García, mantiene la calma a pesar de la demanda de fichajes por parte del entorno social. También Rubén Albés es consciente de que las primeras opciones presentan, a priori, más garantías que la mayoría de los fichajes que ahora mismo pueden estar al alcance.

Un buen ejemplo de ello es Nico Serrano, el extremo izquierdo a quien el Sporting ya quiso el verano pasado. El deseo del técnico y, sobre todo, Gerardo García se repite de nuevo en estas fechas. Para su llegada, además de que acepte la propuesta gijonesa, sería necesario el visto bueno de su club, que precisamente no lo tiene claro. Valverde no fue contundente acerca de su futuro, dejando en el aire la decisión. Unas determinación que no llegará antes de que el Athletic de Bilbao finalice su participación en la Supercopa. La entidad asturiana maneja más alternativas.

Sucede lo mismo con el mediocentro. El conjunto rojiblanco también ha señalado sus primeras opciones, pero estas aún no pueden ser realidades. Se mantienen contactos con jugadores, a quienes se les transmite la importancia que tendrían con vistas al objetivo de buscar el ascenso. También con sus equipos de propiedad, que en su mayoría no quieren tomar una decisión hasta que el periodo de refuerzos no alcance sus últimas semanas.

Así, a estas alturas, el Sporting no tiene avanzado ninguno de los dos fichajes que persigue. Es una obviedad que los días pasan y con ellos la oportunidad de que las caras nuevas tengan la posibilidad de jugar todos los partidos de la segunda vuelta. Como mínimo, en el caso de inscribir en el último día del actual periodo de refuerzos, las incorporaciones estarían disponibles para las últimas 17 jornadas de la segunda vuelta.

Al hilo de todo esto, y a pesar de tratarse de la previa del derbi asturiano, Rubén Albés será cuestionado al respecto en la rueda de prensa de esta semana. El entrenador ha pedido un extremo, que es la prioridad, pero ve con buenos ojos la llegada de otro jugador. En eso está la dirección deportiva, que mantiene la prudencia para optar a los mejores jugadores posibles.