El Sporting que viene: 12 jugadores y muchas decisiones por tomar
A falta de tres meses para finalizar la temporada, la dirección deportiva debe tomar decisiones sobre varios jugadores o volver a acudir a un mercado en el que renovar el vestuario
Real Sporting
Los motivos para los optimistas se agotan hasta límites inesperados hace unas semanas. El quinto empate consecutivo y la ausencia de victorias en esta segunda vuelta ha distanciado al Sporting de Gijón del objetivo. 10 puntos que recortar con 36 en juego hacen del objetivo algo más que complicado, casi utópico, para el equipo rojiblanco. A pesar de que haya reticencia dentro del vestidor a tirar la toalla, la situación clasificatoria apaga las ascuas del optimismo. Con la resignación de que la parte alta es un coto privado para el Sporting y con el reojo a lo que pase por la zona baja, el equipo gijonés se encamina a un año en balde. Salvo un giro mágico.
No es un problema menor. Quedarse sin objetivo con tantas jornadas por delante es un arma peligroso. A nivel social y a nivel deportivo. El Sporting de Gijón buscará ganar algún creyente para la fe que promulga Rubén Albés en Córdoba. Pero los feligreses siguen buscando motivos a los que agarrarse a nivel de resultados. Por el momento, estos escasean.
Si la situación del Sporting persiste, la mirada de la dirección deportiva deberá fijarse en lo que estará por venir. A día de hoy, el plantel rojiblanco para la temporada 2025-2026 cuenta con 12 futbolistas. La mitad del grupo que ahora maneja Rubén Albés no cuenta con plaza para el curso que viene, entre dudas y certezas. A nivel contractual, solo hay una línea del campo completa para el próximo curso. La portería, con Rubén Yáñez y Christian Joel (contrato hasta 2026), es la única zona del plantel que tiene asegurada su continuidad.

En la línea defensiva, los efectivos empiezan a escasear. El anuncio de la retirada de Cote al término de la temporada obligará al Sporting a reforzar el lateral zurdo. Con Pablo García renovado hace semanas, el canterano deberá pelear los minutos con un nuevo contrincante. En el lateral diestro, los dos integrantes cuentan con contrato en vigor. Guille Rosas (2028) y Kevin Vázquez (2026) tienen vinculación con el club, aunque no sería de extrañar que por el primero aparezcan pretendientes en este verano. Su rendimiento así lo hace valer.
Más problemas aparecen en el centro de la defensa. Diego Sánchez (2027) y Eric Curbelo (2026) serían los resistentes al paso de la temporada. La cesión de Nikola Maras finaliza al final de curso, aunque el serbio no cerraba la puerta a seguir vinculado al Sporting. Otro caso distinto parece el de Róber Pier. El gallego finaliza vinculación con el conjunto gijonés y su futuro está en el aire.

En el centro del campo, se agigantan los problemas. De todos los efectivos de los que dispone Rubén Albés a día de hoy, solo dos tienen contrato en vigor de cara al próximo curso. Nacho Martín y Jesús Bernal (2027) son los únicos que estarán en el Sporting de Gijón del curso que viene con total seguridad. Finaliza contrato Nacho Méndez –su renovación sigue por ver– y acaban sus cesiones Carlos Dotor y César Gelabert. Caso especial es el de Lander Olaetxea. Con la renovación automática en caso de ascenso tan lejana, el futuro del vasco pasará por una nueva negociación.
Llegando al gol, los problemas no se hacen menores. Solo tres jugadores de corte ofensivo tienen vinculación de cara al próximo curso. Gaspar Campos, Dani Queipo y Juan Otero seguirán en Gijón, algo que no harán Nico Serrano y Jordy Caicedo. El caso más significativo es el de Jonathan Dubasin. El Sporting cuenta con una opción de compra preferencial por uno de los mejores jugadores del curso en clave rojiblanca. En caso de no hacerla efectiva, el conjunto gijonés se vería abocado a acudir de nuevo al mercado en busca de una pieza similar.
A la lista de jugadores disponibles, tocará añadir los casos de los cedidos Milovanovic y Álex Lozano. El Sporting actual busca que la temporada no se acabe a mediados de marzo. Los objetivos, alejados a la decena, obligan a mirar a lo que está por venir.