El Sporting y Ramírez ajustan la evolución a la espera de una mejora
Desde la lesión de Nacho Martín y tras la interrupción de Elche, técnico parece haber encontrado una base sólida para la fiabilidad
La inoportuna baja de Nacho Martin, cuando el futbolista y el Sporting de Gijón estaban alcanzando un nivel esperanzador, modificó los planes del entrenador. Ramírez apostó fuerte con la inclusión de Róber Pier en el centro del campo, priorizando la opción del gallego ante la de Roque Mesa. Allí comenzó la base del nuevo planteamiento del entrenador, que fue introduciendo modificaciones hasta dar con la mezcla que sí convenció frente al Espanyol en Barcelona.
La última media hora en Elche y los 90 minutos de Barcelona. Frente al Villarreal B no pudo continuar el camino hacia el destino que buscaba, aunque sí que sacó conclusiones. Para empezar, el cuerpo técnico dio valor a la importancia de Diego Sánchez. Incluso con defensa de cuatro. De alguna manera, su ausencia ante el filial amarillo reivindicó su papel clave en la última evolución de la estructura del equipo. De central zurdo, con la capacidad de ayudar a Cote en banda izquierda tal y como se vio en Barcelona. Entre otros virtudes, Diego destaca por su rapidez, buen posicionamiento y resistencia.
A su derecha se vio a un Insua imperial. Centrado en su batalla y sin demasiadas preocupaciones o vigilancias para acudir en auxilio a espacios de otros compañeros. Para el buen desempeño de Insua y Diego también fue determinante el rendimiento de Guille Rosas. Casi con total seguridad, el lateral diestro completó su mejor partido defensivo en lo que va de temporada.
No menos importante fue la labor del inesperado ancla del Sporting. El '5' en el que nadie pensaba, salvo quienes planearon su fichaje, cuando comenzó la actual temporada. Róber Pier proporcionó equilibrio, tapó los huecos que iban dejando los defensas y, en cierto modo, liberó de más preocupaciones y obligaciones a Nacho Méndez. El de Luanco, con la cantidad de minutos que acumula, ya no está para tanto derroche.
Sin embargo, a las altas prestaciones defensivas no se sumaron las ofensivas. Mejoró Hassan por banda derecha, volvió a ser ese futbolista que intimida al lateral diestro rival, pero a Gaspar se le hizo larga la primera parte. Tan presente y acertado al inicio como impreciso en la recta final de la primera parte. Tuvo que ser sustituido en la segunda. Tampoco Otero ofreció su mejor actuación, sin oportunidades para liderar los contragolpes o rematar las escasas llegadas por bandas. Diferente, para bien, fue la actuación de Mario González, demostrando una vez más su facilidad para situarse en el lugar adecuado.
Para confirmar este nuevo rumbo, Ramírez deberá mantener la confianza en lo visto en Barcelona y esperar la victoria frente al Andorra. Los resultados pueden modificar las intenciones, precipitar más pruebas, pero la última ya ha apuntado buenas maneras. La cuestión es que este fin de semana no estarán todas las piezas disponibles. El técnico deberá buscar un sustituto al sancionado Hassan, lo que puede suponer dos modificaciones. Djuka se juntaría a Mario en la delantera si Otero es el elegido para ocupar la banda derecha.