El Tartiere pide reacción

El Carlos Tartiere volverá a ser el termómetro del oviedismo este lunes. Después de una semana difícil, marcada por la eliminación copera en Ourense y las dudas que dejó el empate de Montilivi, el Real Oviedo afronta ante Osasuna una cita que va más allá de los tres puntos. El equipo necesita volver a conectar con su gente, y el Tartiere, que nunca falla, espera una respuesta en forma de actitud, compromiso y orgullo.

No será un partido cualquiera. El reencuentro ante Osasuna y las heridas recientes de los últimos resultados convierten el choque en un examen emocional. En el ambiente se respira la sensación de que el equipo debe dar un paso adelante, mostrar solidez, energía y determinación para recuperar la confianza perdida, especialmente tras la debacle copera.

El oviedismo, pese al cansancio y la frustración acumulada, seguirá empujando. Lo ha hecho siempre, en los peores años y también ahora, cuando la Primera se ha convertido en una realidad que exige más que nunca. El Tartiere volverá a llenar su grada con la ilusión intacta y el deseo de que el equipo reaccione, de que los jugadores devuelvan con hechos la fe que nunca les ha faltado a sus aficionados.

Porque hay noches que pueden marcar un punto de inflexión, y la del lunes puede ser una de ellas. El Tartiere no solo pedirá una victoria, sino también señales de orgullo y compromiso. El Real Oviedo necesita levantarse, y pocas gradas en el fútbol español entienden mejor que esta lo que significa hacerlo juntos. Como dijo Dani Calvo, uno de los capitanes del equipo, tras la derrota copera: "Esto no se explica ni a táctica ni a técnica, sino a actitud y hambre".