El último baile en Pumarín fue perfecto

El Alimerka Oviedo cerró la temporada y su etapa en el emblemático pabellón ovetense con victoria ante Zamora (72-65) y ya piensa en su siguiente reto en el Palacio de los Deportes

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Pumarín
Vie, 09/05/2025 - 23:55

El de esta noche no era un partido más en Pumarín. A pesar de que el Alimerka Oviedo y el Caja Rural de Zamora no se jugaban nada en la última jornada de la temporada regular -más allá de un puesto arriba o abajo en la tabla-, el duelo de este viernes significaba un antes y un después en la historia del club ovetense. Después de muchos años luchando por ello, por fin se logró el sueño de dar el salto a una casa mayor: al Palacio de los Deportes. Sin embargo, antes de hacer la mudanza, había que despedirse del que ha sido hasta ahora el hogar del baloncesto en la capital asturiana.

Y la afición no se lo quiso perder. Cerca de 1.300 espectadores volvieron a poblar, como de costumbre, las gradas de Pumarín. Algunos estuvieron en EBA en los inicios del club, otros se fueron enganchando al baloncesto con el paso de los años gracias al efecto mágico de este pabellón. Sea como fuere y más allá de la antigüedad en el carné, hoy había sitio para todos en un escenario que, afortunadamente para la entidad y para la ciudad, ya se queda pequeño. Y eso tiene mucho mérito para un club con 21 años de vida y recursos limitados.

Al margen de lo sentimental, el Alimerka Oviedo quería despedir con victoria su etapa en Pumarín, aunque a decir verdad, el partido era lo de menos. Así todo, el equipo hizo un encuentro muy serio y dejó en casa la decimocuarta victoria del curso. Un balance que dejó en décima posición a un equipo que incluso llegó a soñar con el play off. Hoy la inercia de la emoción de quienes acompañaron al equipo arrastró a la victoria a los de Javi Rodríguez, con un soberbio Alonso Faure que dejó su sello con 14 puntos -máximo anotador del OCB junto a Nweke- y 20 de valoración, convirtiéndose en el MVP del partido.

Tras la victoria, que salvo un flojo tercer cuarto de los ovetenses apenas corrió peligro, turno para las despedidas. Rubén Rodríguez, speaker y alma de los partidos en Pumarín, tomó el micro para ir dando paso a los protagonistas. Primero fue Manuel Barreto, fisio del equipo que hoy estaba de cumpleaños. Luego Fernando Villabella, el presidente del Alimerka Oviedo, que aprovechó para dar las gracias y empezar a dibujar un futuro prometedor en el Palacio de los Deportes. Y finalmente Javi Rodríguez, el técnico del equipo, abrumado por el reconocimiento de un pabellón que ya es historia del Oviedo Baloncesto.

Ahora toca mirar al futuro. Y el futuro es un rezumado Palacio de los Deportes que ya abraza la llegada del Alimerka Oviedo. Un club que se ha ganado el respeto del baloncesto español y el reconocimiento de la sociedad asturiana. Un ejemplo de gestión económica y deportiva. Una entidad que con migas de pan acostumbra a hacer banquetes. Una familia que ya ha alcanzado un nuevo estatus y por ello tiene que dejar atrás Pumarín. Ese mágico Pumarín que celebró play offs, permanencias en Leb Oro y hasta una Copa Princesa. Cuántas noches llenas de emoción. Como la de este viernes. Que lo grite todo Oviedo: ¡¡¡Esto es Pumarín!!!