Historia del Sporting (IX): Los tres hermanos Castro

Dos mitos del sportinguismo como Quini y Jesús compartieron internacionalidad con su hermano. Falo Castro también defendió los colores de la Selección Española

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Selección Española
La selección española de fútbol sala en 1989, con Falo Castro arriba a la derecha
Mar, 09/08/2022 - 19:20

Cuando uno se refiere a los hermanos Castro solemos referirnos a dos de los más grandes jugadores de la historia del Sporting: el delantero Quini y el portero Jesús “Susi” Castro. Pero en la saga hay un tercero. Guardameta, como lo fue su hermano Jesús, y como lo fue su padre, apodado también Quini. El progenitor defendió las porterías del Vetusta ovetense y del Calzada gijonés, entre otros clubes.

Poco se puede decir de los dos primeros que no se haya dicho ya. Ambos son dos héroes sportinguistas. El segundo, además,  trasciende a lo deportivo con su trágica muerte en la playa de Pechón, dando su vida por salvar la de otros. Quini lo fue todo en el Sporting y en el F.C. Barcelona: siete pichichis (cinco en Primera, tres de ellos con el club rojiblanco, y dos en Segunda), 35 veces internacional absoluto y otras 2 veces internacional olímpico (sub 23), coincidiendo en esta última selección con su hermano Jesús. El gran guardameta que también jugó en 6 ocasiones con la selección olímpica española. Jesús, además, defendió desde 1968 hasta 1985 la portería del Real Sporting de Gijón, rechazando numerosas ofertas para cambiar de aires, que mejoraban en mucho lo que ganaba en el conjunto asturiano.

Pero, como decíamos, hay un tercero en la saga: Rafael “Falo” Castro. Comenzó jugando en los equipos de los Salesianos en Avilés, al igual que sus dos hermanos, cuando residía en el barrio avilesino de Llaranes, en un claro guiño del destino. Lo hacía en la calle Río Piles, el que bordea el Fondo Norte de El Molinón, el club de sus amores, donde aún hoy trabaja, y donde comenzó su andadura deportiva profesional. Falo Castro empezó en el Sporting Promesas, el segundo filial rojiblanco, que militaba en Regional Preferente, y que servía como puente para los chicos que salían del juvenil, antes de dar el salto al primer filial, el Deportivo Gijón, hasta 1979, y Sporting Atlético a partir de esa fecha.

Allí, entrenado por Iván, realizó una memorable campaña por lo que ascendió al primer equipo filial de la mano de Novoa. En la 78-79 se convierte en el guardameta titular del Deportivo Gijón, filial sportinguista en el que permanece hasta el 30  junio del 1981 (ya con la denominación de Sporting Atlético). Tras cuatro temporadas en el Sporting, causa baja y, al poco tiempo, el destino le juega una mala pasada. Disputando un partido benéfico en Cáceres sufre la tan temida triada que, en realidad, son tres lesiones en una: las fracturas del ligamento cruzado anterior, del ligamento lateral interno y del menisco interno de la rodilla. Le lesión se complica y comienza un rosario de operaciones que le llevan a pasar hasta cuatro veces por el quirófano y a plantearse, muy seriamente, dejar el deporte de forma definitiva.

Tras tres  años inactivo, con un proceso de recuperación lento, sometido a recaídas constantes, el tren del fútbol parece haber pasado para Falo, pero aparece el del fútbol sala en sus inicios como deporte profesional. Comienza a jugar y se muestra como un portero del más alto nivel. En la temporada 1985-86 debuta en la División de Honor, con el Autos Gómez de Avilés, donde también jugaría el siguiente año, para ser después fichado por uno de los equipos más importantes en el fútbol sala español del momento, el Dulma Astorga.

Bajo la presidencia de Gregorio Río, el equipo maragato había logrado convertirse en un club de envergadura, aspirante a estar siempre en el pelotón de arriba. Un club profesional que combinaba grandes jugadores nacionales con el fichaje de estrellas provenientes del fútbol sala brasileño, internacionales por su país como los que fueron sus compañeros : Carlinhos y Silvio. El deporte del fútbol en pista, recientemente profesionalizado y con el impulso mediático dado por la prensa, muy especialmente por el periodista radiofónico José María García, comienza a tener espacio en los diarios deportivos. Falo está incluido de forma recurrente en el equipo ideal de la jornada que, por entonces, publica el diario Marca.

La llamada de la selección absoluta no tarda en llegar. Falo Castro, como lo hicieron sus hermanos, se convierte también en internacional. Defendió los colores de la selección española absoluta en 10 ocasiones, todas ellas durante su periodo con el equipo leonés. Tras tres años de éxitos en Astorga, vuelve a Asturias. Es fichado por La Fontaine de Gijón, también de la máxima categoría del fútbol sala nacional. Su regreso a casa se ve empañado por otra grave lesión. Otra vez la triada se cruza en su camino, esta vez en la rodilla derecha. Nuevo calvario, hasta seis operaciones en esta segunda y definitiva fractura de ligamentos, que le empuja a abandonar definitivamente la práctica del deporte profesional en 1991. Quini, Susi y Falo, tres hermanos internacionales.