Javi Calleja y el Carlos Tartiere necesitaban una tarde así
La victoria del Real Oviedo frente al Eibar significó más que tres puntos para un entrenador que, junto al resto del equipo, fueron despedidos con una cerrada ovación al término del partido
Nada tuvo que ver el triunfo del Real Oviedo frente al Eibar que el cosechado hace dos semanas ante el Cartagena. Aunque ambas victorias significaron tres puntos cada una, lo vivido en el Carlos Tartiere difiere mucho de un domingo a otro. En el partido de ayer, la afición oviedista sí disfrutó con el juego de su equipo y se fue a casa convencida de que los azules tienen argumentos para dar guerra esta temporada.
La entrada al estadio, eso sí, no se diferenció mucho. 19.492 ante el Cartagena y 19.281 ayer contra el Eibar. Un dato que seguro dará que reflexionar al club, que cuenta con más de 25.000 abonados. Tornos aparte, el nivel de decibelios fue superior en este partido. La afición del Oviedo se mostró más identificada con el equipo carbayón, que desde el primer minuto evidenció síntomas de mejoría en el juego. Los de Calleja fueron de menos a más y en la segunda parte arrollaron al Eibar, invicto hasta el momento, y fueron justos vencederos gracias a un gol de Alemão que puso patas arriba al Carlos Tartiere.
Ya en la primera parte, la afición se mostró altamente implicada. Incluso cuando venían mal dadas, como por ejemplo, durante la polémica originada a raíz de la casi expulsión de David Costas que hubiera desnivelado el encuentro. Fue una de tantas. Protestas, reconocimientos y ánimos se fueron entrelazando a lo largo de los noventa minutos, creando un ambiente que teletransportó al curso pasado, donde la comunión equipo y afición fue total.
Tras el encuentro, la 'haka' final, dirigida nuevamente por Sibo, que le ha cogido el gusto. Como a lo de llamar al Carlos Tartiere su "puta casa". Javi Calleja saltó al verde a felicitar a su equipo, pero luego prefirió ceder el protagonismo a sus jugadores y emprendió el camino a los vestuarios. No sin antes, eso sí, agradecer el apoyo de la afición. El técnico se dirigió a la grada buscando miradas cómplices y encontró muchas. Antes de abandonar el terreno de juego, también se encontró con el abrazo de Martín Peláez, que le estaba esperando para felicitarle.
"Siempre vienen bien las victorias, más de la forma en la que se ha conseguido. Estaba con la confianza de que las cosas se estaban haciendo bien. Estamos creciendo y el partido demuestra que el equipo tiene mucho nivel. Hay otros aspectos que han hecho que sea más importante la victoria a nivel personal. Nos llevamos una gran alegría toda la familia del Oviedo y la mía", expresó el entrenador del Real Oviedo tras el encuentro, visiblemente eufórico. No es para menos. Javi Calleja y el Carlos Tartiere necesitaban una tarde así.
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— Real Oviedo (@RealOviedo) September 30, 2024