Jon Pérez Bolo, en el alambre antes de visitar Oviedo
La última derrota del Burgos en Elche ha encendido las alarmas en el club burgalés, que medita el futuro del entrenador vasco
El Burgos, próximo rival del Real Oviedo en Liga, no atraviesa su mejor momento. El equipo blanquinegro acumula seis partidos consecutivos sin ganar, el último el de este pasado sábado en el Martínez Valero ante el Elche. Los burgaleses cayeron por la mínima (1-0) merced a un gol del conjunto ilicitano en la primera parte del encuentro.
Esta circunstancia ha encendido las alarmas en el Burgos, que después de un buen inicio de temporada ha caído hasta la decimosexta plaza con 15 puntos, cuatro por encima del descenso. Una situación que podría agitar cambios en el banquillo de El Plantío, con Jon Pérez Bolo en el centro de las críticas. Según ha informado Radio MARCA Burgos, ayer se ha producido una reunión entre la propiedad y la dirección deportiva para valorar el futuro del técnico vasco.
Por un lado, el presidente del club, Marcelo Figoli, parece decidido con la decisión de tomar un nuevo rumbo en el banquillo, pero la última palabra y la responsabilidad para la toma de la decisión será de Michu, director deportivo y máximo avalista del bilbaíno. El ovetense fue el encargado de nombrarlo entrenador el verano pasado y desde entonces ya acumula 52 partidos, con un balance de 20 victorias, 13 empates y 19 derrotas.
Así las cosas, las próximas horas serán cruciales para el devenir del banquillo del Burgos. El club blanquinegro tendrá por delante la eliminatoria de Copa del Rey este próximo miércoles ante el Móstoles y ya será el domingo a las 14 horas cuando se midan al Real Oviedo en el Carlos Tartiere. Un encuentro que significará el regreso de Borja Sánchez a la que fue su casa.