Jony: "Es la liberación de disfrutar por fin de un momento feliz"

Fue el protagonista de la noche en El Molinón. Su gol sentenció el partido y conmovió a las gradas rojiblancas. Un tanto importante para el Sporting de Gijón pero casi más para Jony Rodríguez. El cangués volvía a marcar un gol 1.622 días después con la camiseta sportinguista y su felicidad se notó después del partido. El extremo rojiblanco atendió a Radio MARCA Asturias al término del partido. Ante la atenta mirada de su familia, el '9' expresó una felicidad que hacía mucho tiempo que no sentía. 

"Vengo de dos años muy duros a nivel personal. Con muchas lesiones y resultados malos. Lo de hoy, para mí, es un alivio porque lo necesitaba yo y la gente que me quiere también. Tenían ganas de celebrar un gol mío. Una noche redonda por la victoria del equipo", contó el asturiano acerca de sus sensaciones tras el tercer gol.

Un tanto que ayuda en el apartado emocional. "Ayuda a seguir encarando las semanas con alegría y recuperar mi nivel. Estamos trazando un planning de ir poco a poco para no dar pasos en falso y de momento va todo bien. Cada semana me noto mejor. Con el paso de las jornadas, iré recuperando ese ritmo competitivo que me falta para estar al 100%. Alegrías como las de hoy, ayudan casi más todavía", dijo entre risas. 

La piña del vestuario volvió a quedar evidenciada. La "familia", como Jony se refirió al vestuario del Sporting, disfruta y sufre unida. "Todos en el vestuario me felicitaron. Aquí somos una familia. Me vieron pasarlo mal el año pasado. Al final, cuando uno de la familia lo pasa mal, el resto lo pasa mal. Ahora lo pasamos mal por Nacho Méndez. Esto son momentos y cuando vienen mal dadas hay que arrimar el hombro. Y ahora celebrar las alegrías todos juntos", sostuvo. 

La rabia contenida durante muchos meses salió a la luz en el gol. Tras su gran jugada individual, Jony se fue a la esquina para celebrarlo con sus compañeros. Una vez solo, se giró y descargó toda la rabia con un grito a la vez que se señalaba su escudo. "La celebración viene así porque es el gol de la liberación de poder por fin disfrutar de un momento feliz. Últimamente no los estaba teniendo. Fue como decir: "Por fin, ya tocaba una alegría". Por eso sale la celebración", explicó. 

En el momento de felicidad, el cangués no estuvo solo. Su mujer Teresa y sus dos peques, Valeria y Daniela, esperaban a que "papá" terminara la entrevista. Y para ellas fueron las últimas palabras. "Me acuerdo de mi mujer, de mis hijas, de mis padres, que son los que se comen mis malos días, mis malos humores, cuando estoy insoportable. Son mi apoyo diario esto es de ellos, que nunca me dejaron de lado. Por los compañeros y el cuerpo técnico. Y sobre todo por la afición, que es impresionante el cariño que siempre me dan", explicó el cangués. Al fin, un hombre feliz.