Koba y Montoro irrumpen con fuerza
El valenciano y el francés disfrutaron ayer de su primera titularidad y no defraudaron. "Hemos sido superiores en el centro del campo", destacó Bolo
"Yo creo que hemos hecho el mejor partido hasta ahora. En fútbol no te puedes conformar, siempre hay margen de mejora. Vamos a ir a más. El partido de hoy es ejemplo de lo que queremos ser". Estas han sido algunas de las reflexiones de Jon Pérez Bolo, ayer, tras el empate (1-1) ante el Levante en el Carlos Tartiere. El técnico, aunque "encabronado" con el resultado, ha dicho sentirse "muy orgulloso" del trabajo de sus futbolistas.
Una de las mejorías del Oviedo en esta última jornada ha estado en el centro del campo, especialmente en la primera parte. Bolo dio entrada por primera vez en el once a dos futbolistas que hasta ahora solo acumulaban minutos en segundas partes: Koba Lein y Ángel Montoro. Los dos formaron el doble pivote en detrimento de Hugo Rama y Jimmy, titulares en los dos últimos encuentros ante Leganés y Racing de Santander.
Tanto Montoro como Koba entendieron muy bien sus roles en el terreno de juego. Montoro, como hombre de contención y brújula en la salida de balón posicionándose entre centrales. Y Koba, como director de orquesta del ataque oviedista y eslabón con las bandas y los puntas. Su compenetración en la medular no parecía fruto de la improvisación, sino de un escrupuloso trabajo previo en el laboratorio de El Requexón.
Su debut tampoco defraudó a la grada del Tartiere. Los aficionados carbayones disfrutaron de un centro del campo hasta la fecha inédito. Especialmente, con los destellos de calidad de Koba. El galo despachó una primera gran primera mitad, con mucho descaro con la pelota. Koba, que en Santander ya demostró evidencias de su cuidadosa técnica, ante el Levante su protagonismo con el balón creció. No temía en el uno para uno, aún en situaciones de riesgo. Sus arrancadas con la pelota empiezan a despertar un clamor de asombro entre la afición oviedista, consciente ya de su talento.
Montoro, en cambio, tiene otro papel. Su labor es menos vistosa, aunque muy eficaz. Su veteranía (34 años) le aporta consistencia y solidez al equipo, sobre todo en defensa. El valenciano ganó la mayoría de duelos individuales en la medular y eso le permitía al Oviedo correr. Tiene una gran colocación que le permite llegar con solvencia a pelotas divididas. Además, ya ha irrumpido en la estrategia, siendo el ejecutor de las acciones a balón parado.
"Koba y Ángel nos han dado peso y fuerza. Hemos sido superiores en el centro del campo en la primera parte. Ángel ha peleado mucho y ha ido muy bien a las disputas. Koba sigue demostrando lo que es", ha destacado el técnico bilbaíno en la primera mitad. Su puesta de largo ayer ha sido solo la carta de presentación de lo que se presume un doble pivote de largo recorrido esta temporada.