La gran apuesta reforzada desde los once metros

Con el Sporting de Gijón apurando las horas del mercado invernal, la actualidad no se desvía del momento deportivo. La situación es preocupante tras dos meses en los que los resultados deportivos han dado la espalda al equipo. A todo ello se le sumó una plaga de lesiones que debilitó, y debilita todavía ahora, los planes de Rubén Albés. Una de las ausencias que llegó al comienzo de la mala racha fue la de Juan Otero. Ni el regreso del colombiano, ni su relación estable con el gol ha devuelto al Sporting al sendero de los tres puntos. 

En tiempo de mercado invernal, la dirección deportiva del Sporting de Gijón sigue a la espera de que el Athletic de Bilbao brinde la libertad a Nico Serrano. Será la gran apuesta invernal del Grupo Orlegi. En el verano, la apuesta fue para Juan Otero. El colombiano fue el movimiento más importante del Sporting a lo largo de los meses veraniegos, consiguiendo firmar en propiedad a una pieza codiciada en el mercado español. En esta operación primaron tres deseos. El del futbolista, encantado de su etapa en Gijón y de seguir vistiendo la camiseta del Sporting, el de la directiva, más que satisfecha por la evolución del colombiano, y el de Rubén Albés. 

Fue uno de los nombres sobre la mesa en el momento de las negociaciones del técnico vigués con el Sporting de Gijón. Era una pieza clave para el proyecto, así se lo trasladó a la planta noble de Mareo. Una fijación que consiguió materializarse y Juan se convertía en una de las armas más importante para el entrenador rojiblanco. Dentro del terreno de juego, solo las lesiones le han privado de más minutos. Y también de haber aumentado más su renta goleadora. Y es que Otero vive esta temporada inmerso en un bonito romance. 

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Los once metros y el colombiano se han convertido en una gran pareja de baile. De los seis goles que lucen en su casillero y que le hacen valedor de ser el máximo goleador del Sporting, cuatro han llegado desde el punto de penalti. Lo hizo ante el Oviedo, Burgos, Córdoba y Granada. Sus únicos dos goles en jugada llegaron ante el Albacete y en la primera vuelta ante el Granada. Curiosamente o no, contra los andaluces se da una paradoja. Son las dos únicas veces en las que sus goles no se han traducido en puntos. En el resto de partidos en los que vio puerta, tres victorias y un empate. 

Desde el punto de penalti, Otero se ha mostrado impecable. Comparte con Higinio (Albacete) el mejor registro de la categoría con cuatro lanzamientos exitosos desde los once metros. Están lejos del máximo convertidor. Luis Suárez (Almería) ha materializado seis de los siete penaltis que ha lanzado. También suman más goles, y más fallos, Andrés Martín y Óscar Sielva. El delantero del Racing suma cinco penaltis y un fallo, mientras que el oscense ha metido un gol más (6), pero también falló otra pena máxima. 

La apuesta del verano se tradujo en lo que se espera. Un jugador ya conocido en Gijón y que está más que comprometido por la causa. Sacrificó días de sus vacaciones para regresar antes a Asturias y ponerse manos a la obra para dejar atrás la lesión. A pesar del esfuerzo, tuvo que forzar para poder aportar en el derbi asturiano. Algo que se tradujo en el duelo ante el Oviedo y ante el Elche, en el que se le notó falto de ritmo. Algo que ya pudo mostrar ante el Granada, generando el poco peligro que tuvo el Sporting en Los Cármenes. 

Por delante, retos para Otero. Está a cuatro goles de igualar sus números de la temporada pasada. También, con competencia sana, lidera la tabla de goleadores del equipo seguido de cerca por Dubasin y Campuzano (5). Igualar y mejorar sus registros del año anterior es el objetivo de Juan Otero. Un extremo que se reconvirtió en delantero para contar con más protagonismo en el Sporting. Sobre el debate de su posición se seguirá hablando. Mientras tanto, a base de goles, él sigue demostrando los motivos de la apuesta veraniega. Una apuesta de gol. Unos tantos que, a través del punto de penalti, sirven para ampliar sus registros.