La llegada de Mario, el mejor Campuzano y, curiosamente, Otero volvió a la derecha

Víctor Campuzano es otro futbolista esta temporada. Las lesiones le están respetando, ha podido multiplicar su participación y con los minutos está alcanzando una resistencia que antes no había podido ofrecer. Su mejor versión coincide con la incorporación de Mario González, por quien el Sporting de Gijón ha hecho una apuesta muy fuerte. 

El club quiso su salida. Tanto que fue más inflexible que nunca con él. Campuzano no pudo participar en ninguno de los amistosos de pretemporada. No llegaron las ofertas. Su salario, importante para la categoría, no había equipo en España dispuesto a asumirlo. Su rendimiento en los últimos años no invitaba a ello. Por todo eso se quedó. 

Sin embargo, el intento fallido de su marcha se convirtió en una oportunidad. Un recurso que Miguel Ángel Ramírez quiso optimizar desde el primer momento. El resultado, más que satisfactorio. Pocos ya creían en el delantero catalán, que el pasado domingo jugó su segundo partido completo de Liga desde que llegó a Gijón hace tres inviernos. También ha ampliado sus números. Son cinco los goles que lleva en menos de 800 minutos. Su promedio goleador es el mejor de todos los delanteros del primer equipo. 

Ante su buen rendimiento, Miguel Ángel Ramírez no tendrá fácil sus elecciones para el ataque del equipo gijonés. Dispone de cuatro delanteros: Djuka, Otero, Mario González y Campuzano. Curiosamente, tras la incorporación de Mario, el colombiano Juan Otero terminó jugando en la banda derecha en la pasada jornada, cuando Hassan se retiró del terreno de juego. No es ni mucho menos habitual. Quizá sea una declaración de intenciones. 

Lo que está claro es que el técnico canario está convencido del potencial de la plantilla. De ahí que dijera que no firmaba el play off, que el equipo está concentrado en mejorar los números de la primera vuelta. Tiene más alternativas ahora, con la posibilidad de Otero en banda derecha y apostar por una dupla con Mario y Campuzano. Con permiso, claro, de Hassan, que sigue siendo el principal actor en fase ofensiva.