La mala fama rojiblanca, a prueba en Tenerife

El Sporting volverá a medirse a un colista después de obtener 4 puntos de 12 posibles el curso pasado ante el último clasificado

Imagen
Yáñez
Vie, 20/09/2024 - 18:08

Despegar. Ese será el cometido del Sporting de Gijón este sábado desde tierras asturianas. Esa será la misión del equipo de Rubén Albés sobre el césped del Heliodoro Rodríguez López. Tras dejar el morro torcido a su afición en El Sardinero, el conjunto rojiblanco busca su primera gran tarde fuera de El Molinón en el transcurso de la temporada. Enfrente, un rival y una etiqueta que se ha apoderado del Sporting en los últimos años. 

Esa es la faceta reanimadora. Cada vez que un equipo llega sumido en problemas, no suele convertirse en un buen rival para el Sporting. El próximo rival lucirá ante los rojiblancos su vitola de colista de la categoría. Algo que teme el conjunto rojiblanco por experiencias pasadas. El curso anterior, con Miguel Ángel Ramírez a los mandos del banquillo, medirse al último clasificado no fue sinónimo de alivio. Más bien, lo contrario. De 12 puntos disputados ante el farolillo rojo, solo cuatro se quedaron en el bolsillo rojiblanco. 

El primero de los envites ante el colista fue especial. El derbi asturiano aparecía pronto en el calendario de un Real Oviedo que llegó a la quinta jornada con dos puntos en su casillero. A pesar de ello, el Sporting fue incapaz de romper su mala racha en el Tartiere y no pasó del empate sin goles. Primera bala ante el colista, fallida. 

La segunda fue dolorosa. Tras siete encuentros consecutivos sin perder que catapultaban al equipo de Ramírez, el Sporting se volvía a encaminar a Cartagonova. Escenario de fatídico recuerdo reciente para el conjunto gijonés. Un mal partido se cerró con una acción polémica que terminó con el gol de Juan Carlos. Las líneas del VAR no contentaron a la afición del Sporting que veía como los suyos caían dos meses después. El Cartagena era el colista en aquel momento. Segunda bala, al aire. 

Imagen
Varane

 
Quizá fue la tercera la que más escoció. Por el momento y por las formas. Visitó El Molinón un Villarreal B colista, aunque bien armado. Enfrente, un Sporting que daba una de cal y otra de arena. La que cayó aquel mediodía en Gijón fue la peor de todas. El último clasificado sacó los colores al equipo de Ramírez con un 0-3 que parecía echar por tierra cualquier atisbo de alcanzar algún objetivo. Se levantaría el equipo, pero la tercera opción ante el colista también se fue al aire. Era la tercera bala. Humo

Y a la cuarta, blanco. No se querían repetir errores y el Sporting afrontó la visita del colista Andorra decidido. Así fue. El equipo rojiblanco consiguió anotar cinco goles en El Molinón por primera vez en años, con Juan Otero firmando su primer 'hat-trick' como jugador profesional. La única tarde feliz ante el último clasificado dio alas a los rojiblancos para, tras vencer a Eibar y Eldense, colarse en el play off de ascenso. A muchas jornadas de vislumbrar un objetivo similar, el colista vuelve a aparecer en el horizonte rojiblanco. El colista se planta ante el Sporting. Momento de quitarse el 'sambenito'.