La sensatez y la crítica velada de Ramírez ante la polémica arbitral

El entrenador del Sporting alegó por dejar a un lado las protestas arbitrales. "Tenemos que aceptar los errores de otros"

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Ramírez
Miguel Ángel Ramírez, en la banda de Cartaganova
Sáb, 22/04/2023 - 23:06

Se pudo ver esta tarde en Cartagonova la cara más aireada de Miguel Ángel Ramírez. Salió a la sala de prensa con el cabreo en el cuerpo por lo vivido en el partido, era visible en sus expresiones. Pero salía con las ideas claras. "De nada sirve quejarse. No voy a contribuir a crear un ambiente más hostil y cargado", abogó el entrenador del Sporting de Gijón. Pronto le pudo el calentón, pero su mensaje era claro. 

"A los entrenadores, a mí el primero, nos rajan de arriba a abajo cuando hacemos las cosas mal. Y no me puedo poner en huelga", dijo en relación a la situación arbitral, terminando con un contundente "cada palo que aguante su vela”. 

A pesar de no querer profundizar en el asunto, Miguel Ángel Ramírez habló en un mensaje más de sociedad que de fútbol. Vivimos creando desunión. No está sirviendo para nada las quejas ni el desasosiego. Quiero que dejemos ya de rajar.. Hablo de todos. Incluyo a mi gremio y a los periodistas también. Luego estamos en contra de la guerra de Rusia. Somos unos hipócritas porque luego todos estamos en guerra.", sostuvo. 

Ante lo vivido en Cartagonova, Miguel Ángel Ramírez optó por una vía muy sensata. Un discurso crítico pero más que controlado. Sin alzar la voz, Ramírez expresó su malestar con lo vivido una tarde más por el Sporting. Como expresó el entrenador, el vestuario se marcha dolido de Cartagena. Pero volvió a reiterar no poner el dedo en la llaga "Nos vamos jodidos pero ¿qué hago yo? ¿Venir aquí y rajar como hacen conmigo cuando no gano?”. 

Sobre el partido, 'MAR' destacó la buena imagen de los suyos hasta la expulsión de Varane. "Este partido con 11 jugadores no lo perdemos nunca. Estábamos siendo un equipo fiable", expresó el canario. La expulsión de Varane, injusta a todas luces, lastró al equipo. Pero su técnico supo mantener la entereza para lanzar un mensaje sensato y apostar por la paz.