Las casualidades del fútbol vuelven a cruzar dos caminos

El Real Oviedo afronta este sábado, a partir de las 21 horas, su última cita del campeonato liguero. Un partido sin nada en juego para las azules, más allá de terminar la temporada en la séptima posición. Un puesto más que digno para el conjunto carbayón después de una temporada con más sombras que luces, y en el que el abismo a Primera RFEF ha amenazado al oviedismo.

Más se juega el Levante, su rival en la última jornada. Los granotas tienen en juego un reto ilusionante sobre el tapete: volver a Primera División un año más tarde de su descenso. Para ello, los valencianos necesitan ganar y que dos de los tres equipos que tienen por encima (Alavés, Las Palmas y Granada) no venzan. En caso de triple empate a 72 puntos junto al Granada y Las Palmas, auparía a los levantinistas a la élite del fútbol nacional. Así todo, a orillas del Mediterráneo no quieren mirar a lo que suceda en otros campos y se centran en lo suyo.

En la memoria del aficionado granota aún perdura un recuerdo difícilmente borrable: el último ascenso a Primera División. Ese hito, también por la vía rápida y sin el peaje del play-off, se produjo hace seis años, en 2017. Un ascenso poco comparable al de este año - si finalmente se produce -, si bien el Levante no tuvo que esperar a la última jornada para conseguirlo. Solo una coincidencia, si finalmente se da: el rival ante el que lo consigue. Por aquel entonces también fue el Real Oviedo el equipo al que se enfrentó en el partido definitivo para su ascenso, por aquel entonces con Fernando Hierro en el banquillo.

Fue en la jornada 36 del campeonato liguero, cuando restaban seis para el final. Un solitario gol de Sergio Postigo fue suficiente para que el conjunto del Ciudad de Valencia celebrara con su afición un ascenso que estaba más que masticado. El Real Oviedo, por su parte, llegaba a este partido ocupando la última plaza del play-off. Un objetivo del que finalmente les separó dos puntos al término de la temporada.

Para que la historia vuelva a repetirse, el Levante espera colgar el cartel de 'No hay billetes' y así crear una caldera en el duelo ante los azules. Además, el club levantinista ha mimado la previa al encuentro con una 'fan zone' con música y barras. Habrá, también, un recibimiento especial al equipo granota para dar el último aliento a los suyos de cara a este choque tan importante. Una fiesta que el conjunto de Cervera quiere chafar.