Las claves del verano: La negociación con el Espanyol, el Girondins y las ideas claras
El Sporting trabajó durante el verano en la recomposición de la plantilla en el aspecto salarial y en la que la primera piedra fue la agresiva apuesta agresiva por Rubén Albés
Luis Manso
La hoja de ruta siempre estuvo clara. El Sporting de Gijón finalizaba el segundo proyecto del Grupo Orlegi mejorando con creces los resultados obtenidos en el primer ejercicio. Tanto en lo deportivo como en lo económico. Llevando por bandera la gestión deportiva como arma más fuerte dentro de su organigrama, Orlegi ha buscado mantener la línea a lo largo de este verano. De ahí las decisiones económicas y su repercusión deportiva en el mercado de fichajes veraniego.
Dentro del margen económico del que dispone el club, hay un lunar. Un error grave, como se entiende de puertas para dentro. La gestión del 'caso Pedro Díaz' admite toda la culpa posible por parte del apartado gestor de la entidad. Una responsabilidad que no es única e individual, se achaca a varios departamentos. Dentro de ese proceso, por el que el Sporting está obligado a abonar cerca de dos millones de euros al Espanyol, se ha acordado con el conjunto catalán el pago en plazos del abono. Así se evitaba un descalabro a la hora de poder haber afrontado con ciertas garantías este mercado veraniego.
No es el Espanyol el único que reclama. También lo buscará hacer el Sporting con el Girondins de Burdeos. El equipo galo hizo pago de una primera cantidad inicial por Pedro Díaz, aunque el resto de la deuda se quedó en el limbo tras la bancarrota del conjunto francés. El Sporting, como explicó su presidente, va a tratar de pelear por conseguir lo que es suyo. Un tema delicado, complicado y en el que ya trabaja la entidad rojiblanca. Así lo explicaban tanto David Guerra como Gerardo García en el encuentro informativo con la prensa de este jueves.
El pago al Espanyol ha diezmado la capacidad del Sporting en este mercado. Un verano que ha seguido una hoja de ruta diseñada en base a Rubén Albés. El gallego fue la apuesta del club, el objetivo prioritario. Por eso, la dirección deportiva, que ya había mantenido reuniones con el gallego de forma previa, se lanzó de forma directa a por él al término de la temporada. Cuando llegó Albés, el Sporting ya había cerrado un fichaje. Jesús Bernal iba a ser jugador rojiblanco pasase lo que pasase al término de la temporada. Su perfil, su hambre y su versatilidad le convertían en una pieza codiciada por la dirección deportiva en Segunda... y también para Primera.
El rumbo del mercado siguió ya con las directrices de Albés. Se miró al mercado de Segunda división con futbolistas que finalizaban contrato y a los que ya se les había realizado un seguimiento de antemano. Es el caso de Jonathan Dubasin, cuyo rendimiento no pilla de sorpresa a la dirección deportiva rojiblanca. También se produjeron movimientos finales imposibles en el mes de junio. El Sporting sondeó la opción de Gelabert al comienzo del mercado, pero era una vía remota. El paso de las semanas reabrió la posibilidad. Lo mismo con Kevin Vázquez y Nikola Maras.
Todos ellos, junto a los que siguen, conforman una plantilla corta. Una idea que va en consonancia con la idea de club y entrenador. A ello se suma la apuesta por un futbolista con Álex Oyón, jugador de mucho futuro para El Molinón. Aunque también hubo momentos para los debates internos. El mercado llevaba fijado el objetivo del 'nueve' tras el debe de la temporada anterior. El paso del verano hizo cambiar de pareceres a la dirección deportiva y al entrenador. Todo, también, de la mano de la apuesta por Jordy Caicedo. El delantero ecuatoriano, que bien podría debutar este fin de semana, cuenta con la máxima confianza del Grupo Orlegi y la dirección deportiva para rendir al máximo nivel. Un jugador que está llamado a marcar las diferencias en Segunda división. Con esa previsión, el Sporting optó por no firmar otro delantero.
