Las notas de la temporada en el Oviedo: Entrenador, propiedad y dirección deportiva

Terminada la temporada, es momento de hacer balance. En líneas generales, fue un curso en el que el Real Oviedo estuvo por debajo de las expectativas creadas el pasado verano. La séptima posición de los azules en la temporada 2021/2022 disparaba la ilusión de una afición que, con la llegada del Grupo Pachuca a Oviedo, la capital del Principado, se armaba de optimismo para pelear por un posible playoff al final del curso. Sin embargo, no se consiguió. 

En Killer Asturias ponemos nota a los futbolistas que han participado con el conjunto azul a lo largo de la campaña. Tras valorar la portería y la defensa, así como el centro del campo,  los extremos y los delanteros, es hora de analizar la labor del entrenador y de las actuaciones en los despachos, teniendo en cuenta que todos ellos llegaron con la temporada ya iniciada. 

Bolo (4): por primera vez desde el regreso a la categoría de plata, el Oviedo apostaba por el entrenador revelación de la competición, pero no salió nada bien. Bolo llegó a Oviedo muy cotizado, tras hacer historia en Ponferrada, aunque desde el primer momento tuvo complicaciones. Ya en la pretemporada, su Oviedo no dejó buenas sensaciones, y con el paso de los meses se repetían los mismos errores. No hubo evolución ninguna, los jugadores no acabaron de entender su idea y, tras la llegada de Pachuca y una dinámica de descenso, fue destituido. 

Álvaro Cervera (9): su temporada solo se puede calificar de sobresaliente. El técnico carbayón asumió el difícil reto de coger al Oviedo en puestos de descenso y con unas sensaciones, tanto futbolísticas como físicas, bastante malas. Con la personalidad que le caracteriza, implantó su fútbol y el equipo mejoró notablemente. Supo afrontar todos los problemas a lo largo del año (lesiones, sanciones, rendimientos bajos) sin apenas protestar. Y el equipo acabó en la octava plaza siendo el mejor conjunto de los últimos meses. Poco más se le puede pedir. 

Tito Blanco (3): su llegada generó consenso en la hinchada azul, pero la mayoría de sus operaciones no tuvieron los efectos deseados. De hecho, sin contar a Braat –que fue un fichaje de Rubén Reyes– solo Sergi Enrich acabó haciéndose con un hueco en el once. Solo tenía que hacer retoques a una plantilla que había rozado el playoff el curso pasado, pero casi todas sus apuestas (Montoro, Miguelón, Pomares…) salieron mal. No ser el elegido por Pachuca también le pesó y apenas duró 130 días en el cargo. 

Roberto Suárez (7): sin ser un mercado invernal brillante, el asturiano consiguió el objetivo principal: mejorar al equipo. Dotó a la plantilla de perfiles que demandaba Cervera y consiguió realizar buenas operaciones, a pesar de que alguno de los fichajes tardó en ofrecer rendimiento. Camarasa continuará, Moro está en proceso y Vallejo todo apunta a que no, pero no por su rendimiento (cuatro tantos en nueve titularidades). En cambio, otros como Juanfran apenas tuvieron minutos. Su verdadera prueba llegará ahora. 

Grupo Pachuca (7): el conglomerado mexicano se hizo con el 51% del accionariado total del club allá por el mes de julio, cuando la planificación de la temporada ya se había iniciado. Trataron de ayudar en lo deportivo con la llegada de varias promesas mexicanas, pero el experimento no funcionó, y tanto Aceves como Marcelo pasaron sin pena ni gloria por la entidad. Poco a poco fueron realizando cambios, mostrándose muy comprometidos con el Real Oviedo. En su primer verano en Asturias, se observa que son muy diferentes a Carso. Ya se han iniciado las obras para remodelar el Tartiere, la campaña de abonados y equipaciones estarán a finales de este mes y la planificación deportiva avanza correctamente. Su única pega por ahora, el asunto de la nueva ciudad deportiva, aunque se espera contar con todos los permisos en el mes de agosto.