Las notas del Sporting: La imagen supera al resultado

Se está aficionando el Sporting de Gijón a dejar vida a sus rivales cuando están arrinconados. Le pasó en Málaga y le pasó este sábado en El Molinón ante el Leganés. Le consiguió dar la vuelta al marcador después del gol de Pardo pero fue incapaz de sentenciar el partido a pesar de disponer de varias ocasiones para abrir brecha en el marcador. Al final, un nuevo empate que alarga la racha sin victorias. Como viene siendo costumbre, más sensaciones que puntos. En Killer Asturias, puntuamos la actuación de los jugadores del Sporting de Gijón. 

Mariño (5): Abelardo optó por colocarle en la titularidad cuando el debate estaba candente. No tuvo muchas opciones en los goles. En el primero le cambian la dirección a poca distancia y el segundo es un pase de la muerte ante el que nada puede hacer. Se precipitó mucho a la hora de sacar y provocó pérdidas 

Trabanco (5): Debutó en liga y no fue un escenario sencillo. En la primera acción defensiva, Arnaiz le sacó la amarilla y, además, terminó en gol. A pesar de jugar con tarjeta, no se arrugó nada. Se atrevió incluso con un disparo que se marchó cerca del palo. En el segundo gol, Raba jugó con su inexperiencia. 

Cali (6): Forma una pareja muy fiable con Pablo Insua. Hoy estuvo algo más tapado ante el gran partido de su compañero en la zaga. Sin ser tan determinante como otros días en defensa, su presencia mejora al equipo. 

Insua (8): Imperial. Estuvo acertado en todas las jugadas ofensivas del Leganés que merodearon su zona. Juan Muñoz, uno de los más valorados del conjunto visitante, no apareció. Está a un nivel supremo. 

Cote (5): No termina de encontrar su nivel del inicio de temporada y el equipo se resiente de ello. El Sporting volcó mucho más el juego por la banda contraria de Cote. En las que se animó a subir, volvió a poner centros muy peligrosos. Mantiene su guante. 

Rivera (7): Fino con el balón y feroz sin él. Volvió a despachar un buen partido de mucho recorrido y mucho desgaste físico. Se entiende mejor cada día que pasa con Zarfino. 

Zarfino (6): No destacó tanto como en otras ocasiones. El uruguayo es uno de los termómetros del Sporting. En un día 'menos bueno', al Sporting le falta algo. No tuvo la llegada de otras tardes. A pesar de ello, su desgaste es monumental. 

Otero (5): Atrevido como siempre pero sin acierto. Encaró a su marca en varias ocasiones con idea de avanzar aunque le faltó el acierto de otras veces. Sirvió un balón de oro . Abelardo le retrasó para apoyar a Trabanco en defensa. 

Queipo (5): El joven canterano buscó desborde y conexiones con sus compañeros pero le faltó acierto en la decisión final. Como siempre, se desgasta en defensa.  

Campuzano (6): Cada gol de Campuzano es un motivo más para dar la razón a Abelardo en su cambio de opinión. El catalán marcó tras un buen pase de Cristo, pero en su debe está que desperdició una clara gol después de un gran pase de Otero. 

Cristo (7): Su idilio con el gol también se alarga desde el punto de penalti. Además dio una asistencia a Campuzano para el primero. Es vital para el Sporting alargar su buen estado de forma. 

Los cambios: 

Djuka (5): Abelardo le dio media hora al montenegrino pero no la pudo aprovechar. Falló un pase de la muerte que le quedó algo atrás. Un error de bulto a los que malacostumbra en las últimas jornadas. 

Jordi Pola (5): Jugó más de carrilero que de lateral. Al menos lo intentó. En defensa no estuvo exigido. 

Nacho Martín (5): Abelardo quiso recomponer el centro del campo con su entrada pero el partido estaba en un punto de rotura generalizada. 

Aitor (5): Tiene todo el ímpetu del mundo pero a veces le pasa factura. Comete errores por exceso de ganas. Una falta realizada por él pudo ser el tercero del Leganés. En ataque, tiene chispa. Es necesario para el Sporting recuperar su mejor nivel. Va en camino. 

El entrenador: 

Abelardo (6): Su labor está siendo más complicada con el paso de las jornadas. Cada vez menos efectivos y soluciones en el banquillos. Con lo que tenía, propuso un buen partido aunque el plan no le salió.