Las primeras pruebas de Borja Jiménez: Dos dibujos para empezar
El técnico del Sporting dirigió una primera sesión intensa de más de una hora y media de duración en la que se pudieron ver las primeras claves del entrenador abulense
Killer Asturias
La lluvia irrumpió en el primer día plenamente asturiano de Borja Jiménez. El técnico abulense pudo comprobar como se las gasta su nueva tierra de primera mano. También llovía en el primer entreno de Miguel Ángel Ramírez. Un primer día intenso en Gijón que se cerró con su primera sesión de trabajo al frente del Sporting. Lo hizo con la lluvia como protagonista y con un centenar de aficionados presentes en la grada cubierta del campo 1 de Mareo. Ataviado con un chubasquero, pantalón corto y una gorra del club, Borja Jiménez se adentró en el terreno de juego dialogando con Álex Corredera. Pasaban 25 minutos de la hora prevista.
"¿Qué es ese pequeñín?", le preguntaba una pequeña a su padre. El 'pequeñín' era Borja Jiménez, sí. El técnico de Ávila dirigió su primera sesión de trabajo al frente del Sporting de Gijón y dejó claras algunas de sus premisas. La intensidad no se contempla. Lo reiteró estando muy encima del primer rondo de entrenamiento. En uno de ellos, cosa de mala fortuna, se llevó un balonazo sin consecuencias más allá de las risas. Después reunió a sus jugadores en un amplio rondo. La primera charla sobre el césped. De lo que pudo escuchar, el técnico pidió a los suyos "tener la idea clara en el juego, nos va a dar mucho eso".
En un espacio más reducido de lo habitual, Borja dividió a su plantilla en dos equipos de 10 futbolistas. ¿Primeras ideas tácticas a la vista? El primero (4-2-3-1): Kevin, Pablo Vázquez, Perrin, Diego Sánchez; Loum, Justin Smith; Dubasin, Gelabert, Queipo y Caicedo. El otro era (4-4-2) con Guille Rosas, Curbelo, Kembo, Pablo García; Cortés, Corredera, Nacho Martín, Gaspar; Otero y Amadou. Cuando dio entrada a Prendes y a Mbemba, Corredera y Nacho Martín se fueron al lado del entrenador. Momento para las correcciones con el mediocentro más titular de Garitano.
Lo que se pudo ver de Borja Jiménez es la de un técnico pasional. Inmerso en el medio del terreno de juego, el entrenador observaba bien de cerca el desarrollo de los suyos. Cuando el balón estaba en un lado del terreno de juego, él observaba el otro. Con correcciones constantes y frases de aprobación para los suyos. "El control te permite todo el resto de la acción, esa es la buena Duba", le dijo al '17'.
Antes de llegar a la hora de sesión sobre el césped, Borja Jiménez volvió a reunir a los suyos en el centro del campo. Se montó un buen círculo en torno al entrenador. Al margen, solo Jesús Bernal inmerso en la recta final de su recuperación. A unos metros del maño, Borja Jiménez dialogaba abiertamente con los suyos. Con un papel en la mano y algunas de las indicaciones anotadas durante la sesión, el técnico llamó a los suyos a filas durante cinco minutos antes de regresar al partido de posesión.
Cada poco, Borja detenía la sesión para realizar correcciones. Menos intrusivo, con más tono de voz, su segundo Álex Martínez 'cubrió' de cerca a los centrales Perrin y Pablo Vázquez en la sesión. Para la anécdota, el primer gol de la era Borja Jiménez lo marcó Jordy Caicedo tras un gran remate de cabeza a centro de Dubasin. Tímidos aplausos en Mareo.
Para finalizar la sesión, dos campos idénticos en Mareo de dimensiones reducidas y minutos de intensidad muy alta en equipos de cinco jugadores. Borja dirigía un campo, Álex el otro. Se gustó Dani Queipo delante de su entrenador marcando un gran gol por el que le felicitó el abulense. Se 'picó' Gaspar en la siguiente con un disparo lejano que se marchó fuera. "Desde ahí hay que acabar, hay que acabarlas todas", dijo el abulense reconociendo la buena decisión del '7'. Borja Jiménez ya conoce Mareo. Y Mareo, dos horas de trabajo después y poco a poco, va conociendo a Borja Jiménez.
