Los brotes verdes vuelven a lucir
El final de temporada de Diego Sánchez pone en valor los pasos hacia delante firmes que se han dado desde la Escuela de Fútbol de Mareo
Con la temporada llegando a su final, el Sporting de Gijón puede sacar pecho de muchas cosas. Buscando el broche dorado al curso, el año ha deparado grandes noticias para el sportinguismo más puro. La cantera rojiblanca ha vuelto a ser predominante en el primer equipo, con la columna vertebral de los planes de Miguel Ángel Ramírez tiñéndose de los colores de Mareo. El técnico ha sido valedor de piezas que han terminado siendo claves. En el centro de la defensa, Diego Sánchez es el mejor ejemplo de que las cosas han salido bien.
Cuando Abelardo le dio la alternativa, pocos podían llegar a imaginar lo que ocurriría poco más de un año después. A día de hoy, el Sporting cuenta con un central zurdo –pieza más que codiciada en el fútbol actual– de muchas garantías y futuro por delante. 20 años en su carné de identidad y la confianza propia de un veterano. En el tramo final de liga, Ramírez volvió a apostar por él y el de Avilés devolvió con creces la confianza. Ante el Espanyol, volvió a ser uno de los más destacados en labores defensivas y demostrando un temple a la hora de sacar el balón desde atrás que difiere mucho con su experiencia.
El futuro que ahora pule Miguel Ángel Ramírez lo sacó a relucir Abelardo. En una entrevista en la Cadena COPE, el nuevo técnico del Cartagena ya alertaba sobre el talento del central. "Yo ya sabía que iba a ser así, un chico de tu edad, el año pasado (hace dos) no hay que olvidar que eras juvenil. Llegarás a ser, que ya lo eres, un grandísimo lateral o central. Seguro que vas a estar muchos años en el Sporting, pero me temo que con esta progresión nos vas a durar poco", le decía Abelardo a Diego, alertando de lo fácil que va a ser que otros clubes se interesen por él. El Burgos lo hizo hace unos meses, sin ir más lejos.
El potencial que ahora disfruta el Sporting también recae sobre el mérito de Miguel Ángel Ramírez. El canario le cerró la puerta de salida, le transmitió confianza y le brindó minutos. Una oportunidad que Diego aprovechó para transformarla en grandes encuentros. Ante el Espanyol en la ida de las semifinales de play off, el avilesino volvió a demostrar sus habilidades. Atento al corte, valiente en el juego aéreo y sin temor en la salida de balón. Esa con la que inició el gol de Campuzano ante el Eibar.
Diego repetirá en el centro de la defensa ante el Espanyol con el objetivo de repetir su dar continuidad a su buen tramo final de temporada. Un rendimiento que no pasa desapercibido en el mundo del fútbol. Su valoración ha aumentado este curso, con la web especializada Transfermarkt engordando su caché en 300.000 euros. Se trata de un futbolista joven al que todo el mundo augura un gran potencial. Lo ha sacado a relucir cuando el Sporting lo ha necesitado. Su último encuentro ante el Espanyol es la prueba de que Mareo no para de producir. Y junto a él, otros tantos. El año de los Nacho Méndez, Gaspar o Nacho Martín habla por sí solo.