Los precedentes más que positivos para salir del bache de resultados
En los dos últimos ascensos, también se vivieron momentos de dudas en los comienzos de año aunque el Sporting supo rehacerse para conseguir el premio final
Ya no tanto de resultados. Más de sensaciones. El momento actual del Sporting de Gijón, con 11 puntos de los últimos 33 disputados, no enciende las alarmas pero sí pone en preaviso en la Escuela de Fútbol de Mareo. Una competición como la Segunda división, más si cabe en esta temporada tan igualada, no da pie a los tropiezos continuados. A pesar del pobre bagaje de los rojiblancos desde el mes de diciembre, lo estrujado de la categoría ha permitido que el equipo de Ramírez no se caiga. Un bache de resultados al que poner remedio.
Si el Sporting necesita estímulos positivos para confiar en una reacción, los dos últimos grandes éxitos de la entidad sirven como espejo y ejemplo para la confianza. En los dos últimos ascensos de la mano de Manolo Preciado y Abelardo Fernández, también se vivieron momentos de zozobra. No fue un camino de rosas, ni mucho menos. Y en ambos ascensos se vivieron momentos de dudas. También llegaron las dudas al pasar por los meses de enero y febrero.
Viajando hasta la temporada 2007-2008, el equipo de Manolo Preciado cerraba el año con grandes esperanzas al acabar la primera vuelta en tercera posición, puesto que garantizaba el ascenso directo por aquel entonces. No se había apeado de ahí el Sporting desde el comienzo de curso. Sin embargo, enero y febrero llegaron para dejar en Gijón tres derrotas –las mismas que lleva este Sporting desde el comienzo de año– y sembrar dudas. El equipo de Preciado bajó hasta el sexto puesto. Aquel equipo se levantó y encadenó 16 partidos en los que solo concedió una derrota. El desenlace de aquel año, por todos conocido.
También es sabido el desenlace del curso 2014-2015. Un equipo plagado de canteranos que afrontaba el curso con el propósito de salvación y que la clasificación fue situando en condición de pelear. Terminó aquel Sporting la primera parte del año sin derrotas. El primer tropiezo llegó en la jornada 21. Antes de ese partido, el equipo de Abelardo se había asentado en los puestos de ascenso directo aunque con unas distancias mínimas con sus perseguidores. La derrota ante el Betis hizo que el Sporting cayera hasta la quinta posición. ¿Qué hizo después? Sumar cuatro victorias en cinco partidos y volver al tercer puesto.
El pasado sirve como ejemplo. La capacidad de los equipos está en saber levantarse tras encajar golpes y el Sporting, en su historia más reciente, ha demostrado saber hacerlo. Eso buscará Miguel Ángel Ramírez, seguir el ejemplo de aquellos conjuntos que regalaron los éxitos más próximos al club y a la afición. Al Sporting le urge levantarse. Este viernes, oportunidad de oro ante el Albacete para comenzar la jornada marcando el ritmo en Segunda división.