Luka Ilic, de fichaje más caro del verano a una situación límite

La falta de incidencia en los partidos y la caída en la rotación sitúan al serbio como uno de los grandes interrogantes del próximo mercado de invierno 

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Luka Ilic
Luka Ilic, antes de la disputa del partido ante el Real Madrid
Jue, 11/12/2025 - 15:40

El Real Oviedo afronta el ecuador de la temporada con varios nombres propios en situación delicada, y uno de ellos es Luka Ilic. El mediapunta serbio llegó en verano a cambio de dos millones de euros, convirtiéndose en la inversión más alta del club en esta ventana. Fue una apuesta personal de Veljko Paunovic, que veía en él un perfil capaz de activar zonas interiores, marcar goles y dar último pase. Sin embargo, la salida del técnico serbio cambió el mapa. Con la llegada de Luis Carrión, el escenario se ha transformado por completo y el futbolista ha perdido protagonismo hasta quedarse fuera de la última convocatoria ante el Mallorca por decisión técnica.

El inicio de temporada dejó claro que Ilic entraba en los planes de Paunovic: 12 partidos disputados, seis como titular y 537 minutos, con un gol anotado en Mestalla. No eran cifras brillantes, pero sí de participación estable. Con Carrión, en cambio, su presencia ha ido disminuyendo progresivamente. El sistema actual, más asentado alrededor del doble pivote formado por Colombatto y Dendoncker, ha redistribuido roles en la mediapunta, donde Cazorla, Reina o Ejaria han ido sumando argumentos para situarse por delante del serbio en la rotación.

A nivel estadístico, el mediapunta presenta un rendimiento irregular. En construcción, por ejemplo, suma 159 pases con un 79,8% de acierto, además de un único regate y un centro preciso. Son números que reflejan una aportación intermitente y un impacto ofensivo limitado en relación con el protagonismo que se esperaba de él a principio de curso.

Con el paso de las jornadas, la presencia de Ilic se ha vuelto cada vez más discreta. Más allá de aparecer en el once o entrar desde el banquillo, su influencia en los partidos ha sido limitada: le ha costado encontrar zonas para recibir limpias, dar continuidad a las jugadas y aparecer con determinación cerca del área. Su participación ha tendido a diluirse a medida que avanzaban los encuentros, sin lograr cambiar ritmos ni ofrecer esa pausa que se esperaba de él. Esa sensación de poca incidencia, más perceptible casi que cualquier estadística, explica por qué su rol se ha ido reduciendo hasta el punto de quedar fuera de la última lista.

Con el mercado de invierno a pocas semanas de abrir, el nombre de Luka Ilic empieza a aparecer en las conversaciones internas. Nadie habla de un descarte definitivo, pero sí de una situación a vigilar: si no recupera espacio pronto, su salida -ya sea en forma de cesión o de traspaso- será una posibilidad real. El talento está ahí; el problema es de encaje, no de calidad. Su caso es, ahora mismo, uno de los grandes interrogantes del invierno azul.