Menos déficit, más ingresos y el porqué de la mínima subida del LCPD del Sporting

El conjunto gijonés aumentó sus ingresos durante la campaña 23-24, por lo que el cierre del ejercicio ha sido más amable de lo esperado

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Javier Gómez
Javier Gómez, director general corporativo de LaLiga, en la presentación de los límites salariales.
Jue, 12/09/2024 - 20:46

Una plantilla menos numerosa para un límite salarial ligeramente superior al del curso pasado en septiembre. El Sporting de Gijón ha encajado sus números con la intención de volver a ser competitivo y moderar el desequilibrio entre ingresos y gastos.

Que el LCPD (límite de coste de plantilla deportiva) conocido este jueves sea sobre un 1% superior, en relación con el del año pasado a estas alturas, no quiere decir que el bloque de jugadores de Rubén Albés sea más caro. Es más, el grupo que inició el curso pasado bajo las órdenes de Miguel Ángel Ramírez suponía algo más de gasto.

El abaratamiento del primer equipo se ha producido como consecuencia de las salidas de determinados jugadores que tenían un salario alto. A ello también ha influido el menor número de futbolistas y el incremento de la cuota de Mareo. Más de la mitad de los canteranos están aún en su primer contrato en el fútbol profesional, mientras que los no formados en Mareo tienen mejores condiciones contractuales.

Otra cuestión que explica lo que puede parecer una contradicción, el tener más tope y una plantilla más barata, es el pequeño remanente que ha quedado. Prueba de ello, en la recta final de mercado, la dirección deportiva llegó a valorar el fichaje de un extremo a cambio de un traspaso. Al final, las cantidades solicitadas eran demasiados elevadas.

Dada la evidente evolución del modelo de negocio, también puede resultar extraño que la subida del límite salarial haya sido mínima. Al respecto, la entidad asturiana alude a la deuda de pasadas y recientes temporadas. Según las mismas fuentes, el pago por Pedro Díaz no tiene repercusión directa sobre el límite salarial, sino más bien sobre las cuentas.

En cualquiera de los casos, la entidad asturiana tiene hoy más margen de crecimiento y sostenibilidad que hace 365 días. La clave está siendo la multiplicación de ingresos gracias a los buenos resultados deportivos de la temporada pasada. Las victorias se traducen en la venta de más abonos, entradas, productos y mayor recaudación por televisión. Todas las áreas de negocio se están viendo favorecidas por la buena marcha en la competición, que a su vez es consecuencia de la gestión deportiva. Si continúa esta dinámica, los próximos mercados se presentarán con mayor capacidad financiera.

Otro de los efectos que ya está constatado ha sido la reducción del déficit presupuestado para la campaña 2023-24. El Consejo de Administración presentó un balance de 5,8 millones de euros de pérdidas. Una cifra que finalmente ha sido considerablemente menor tras el cierre de ejercicio el pasado 30 de junio.