Otra vez más en la sala de máquinas

Era una de las posiciones más pobladas en verano, pero las lesiones la han ido lastrando. Una vez más, el centro del campo del Real Oviedo, la demarcación en la que más inversión ha hecho Pachuca antes del inicio de la temporada, vuelve a estar condicionada por los problemas físicos. Y además, coincidiendo con el tramo más decisivo del curso y con el equipo luchando por el ascenso.

Este lunes, el club oviedista ha informado de la lesión de Luismi. El mediocentro gaditano, retirado del terreno de juego entre lágrimas en el minuto 26 del encuentro ante el Mirandés, sufre una meniscopatía en su rodilla derecha. Una lesión que, afortunadamente para los azules, apenas le va a apartar un par de semanas de los terrenos de juego. Se espera que para el encuentro ante el Tenerife, o como tarde una semana después en la jornada 38 ante el Huesca en El Alcoraz, Luismi ya pueda reaparecer en escena.

Así todo, la de Luismi es una baja más en una zona del campo mermada, si bien hace días también salía de la dinámica de grupo Santi Cazorla, baluarte del conjunto de Carrión en la sala de máquinas. En su caso, a causa de una lesión en el sóleo de su pierna izquierda. Tras dos semanas desde su alto en el camino, el de Lugo de Llanera podría reaparecer a comienzos de mayo, a falta de cuatro o cinco partidos para el cierre de la temporada.

Cazorla y Luismi, dos futbolistas capitales para el Real Oviedo, no son los únicos mediocentros que ahora ocupan la enfermería. También Víctor Camarasa, inédito en este 2024. Cuando parecía que el valenciano ya era uno más junto al resto del equipo, unas molestias musculares le privaron de entrar en la convocatoria ante el Mirandés, si bien una semana antes fue incluido en la citación para viajar a Elche, aunque sin minutos en el Martínez Valero. Camarasa, cuyo último partido fue el 5 de diciembre en la eliminatoria copera ante el Castellón, pretender sumarse a los entrenamientos a lo largo de la semana con la intención de viajar a Cartagena el próximo lunes.