Otro varapalo, una racha que se eterniza y el miedo de siempre

Sala de urgencias. El Molinón se ha ganado en los últimos años la fama de reanimador. No era sinónimo de nada llegar al campo del Sporting de Gijón con una racha negativa. Algo que se ha modificado con Rubén Albés, pero que sigue clavado en el recuerdo del sportinguismo más agorero. El equipo rojiblanco ha sido capaz de romper rachas esta temporada, como la de Ipurúa y El Plantío. La del Córdoba se presenta en Gijón este domingo. 

El equipo de Iván Ania llega a El Molinón tras haber recibido un nuevo golpe a domicilio. Tras haber aguantado el chaparrón en la primera parte ante el revitalizado Almería, encajó cuatro goles en 25 minutos para sufrir una nueva derrota lejos del Arcángel. Su estadio está siendo el sustento del equipo cordobés, que es incapaz de levantar cabeza lejos de casa. Es el peor visitante de la categoría con un solo punto cosechado lejos de Córdoba. El empate sumado en Albacete a inicios de octubre es la única recaudación que atesora. El resto, tropiezos. 

Es algo que se le está encasquillando al próximo rival del Sporting. Tras ser uno de los equipos más fiables del curso pasado en Primera RFEF y conseguir el ascenso en el play off, la recta final de temporada le pasó factura al Córdoba. Tanto es así que ya empezó a ser irregular lejos de casa. En liga, el equipo andaluz no gana lejos de casa desde el 21 de abril. Una racha que dura ya cerca de siete meses y que tendrá una nueva oportunidad para ser quebrada en El Molinón. Algo que quiere evitar a toda costa el Sporting de Rubén Albés. 

El equipo rojiblanco busca seguir haciéndose fuerte en casa. El tropezón ante el Granada empañó una racha importante de victorias consecutivas bajo el calor de su afición. El Sporting es el quinto equipo que más suma en casa con los mismos puntos como local que atesora el Córdoba. 16 alcanza el equipo de Albés, que quiere firmar los 19 para escalar puestos en la tabla. 

Visitará El Molinón Iván Ania en un partido especial para el ovetense. Ayer dirigió el partido desde la grada para cumplir su segundo partido de sanción. Desde arriba, se autocalificó como uno de los culpables de la derrota ante el Almería. "Con los cambios empeoro al equipo, es lo que pienso. En vez de encontrar la solución, lo empeoré. Asumo mi total responsabilidad en esta derrota", dijo el asturiano antes de medirse al Sporting. Una victoria que resultaría especial en muchos aspectos para Iván Ania.