Oviedo y Celta, un recuerdo de Primera que aún resiste al paso del tiempo

El último precedente liguero entre Real Oviedo y Celta de Vigo en el Carlos Tartiere se remonta al 22 de octubre del año 2000, una tarde en el feudo carbayón que hoy pertenece ya a otra etapa del club azul. Aquel curso, el 2000/01, acabaría siendo el último del Oviedo en la élite antes de una larga travesía, pero dejó encuentros que aún permanecen en la memoria colectiva.

El equipo dirigido por Radomir Antic se impuso por 3-1 al conjunto celeste en un partido sólido y bien resuelto. Losada abrió el marcador, Oli firmó un doblete que encarriló el triunfo y el Celta recortó distancias por medio de Giovanella, en una acción que además supuso el primer gol del brasileño en Primera división con el conjunto vigués.

Aquel encuentro dejó también varias efemérides de peso. Fue el debut en la élite de Rubén Reyes, -que sería futuro director deportivo azul-, y una jornada especial en el banquillo, ya que Antic alcanzó su partido número 100 como entrenador del Real Oviedo, dentro de una trayectoria que también le llevó a sumar 350 encuentros en la máxima categoría.

Sobre el césped, el Oviedo contó con futbolistas que representan una época reconocible para el oviedismo: Esteban, Onopko, Boris, Danjou, Martinovic, Tomic, Iván Ania, Amieva, Oli y Losada, en un equipo competitivo que supo manejar los tiempos del partido ante un rival de entidad. En el Celta, nombres como Karpin, Mostovoi o Catanha reflejaban el nivel de un conjunto que entonces alternaba la Liga con competiciones europeas.

Más de dos décadas después, aquel Oviedo-Celta de 2000 sigue siendo el último enfrentamiento liguero entre ambos en territorio oviedista y una fotografía de un tiempo distinto. Un recuerdo que sirve para contextualizar el presente y medir la dimensión de un duelo que vuelve a cruzar los caminos de dos históricos del fútbol español.