Pachuca se guarda un as bajo la manga

En el primer verano en el que Grupo Pachuca está al mando desde el principio, Jesús Martínez y compañía están asumiendo un rol activo en el mercado, en constante búsqueda de jugadores interesantes para el Grupo y, en particular, para el Real Oviedo. El máximo mandatario ofrece futbolistas a la dirección deportiva, que tiene la última palabra para decidir si finalmente recalan en Oviedo o no. De los movimientos realizados hasta la fecha, se puede extraer una conclusión: el Grupo intenta, en la medida de lo posible, buscar jugadores que no computen como extracomunitarios. 

Ahora bien, ¿qué es un jugador extracomunitario? Se entiende que son aquellos que han nacido en un país que no pertenece a la Unión Europea, y, por lo tanto, su pasaporte no está vinculado a ninguna de las localizaciones que forman parte de esta ‘Comunidad’. En Segunda División, la Liga solo permite dos plazas para este tipo de jugadores, lo que hace que se conviertan en muy valiosas, sobre todo para un club como el Oviedo, que cuenta con el apoyo de Pachuca detrás.  

Hasta la fecha, el club cuenta con el ecuatoriano Romario Ibarra, por lo que solo tiene disponible una ficha más. Y consciente del potencial de futbolistas que pueden llegar desde el otro lado del charco, el Oviedo estudia al detalle estas incorporaciones. Se pretende evitar lo que ocurrió el año pasado, que prácticamente se ‘malgastaron’ en las incorporaciones de Alonso Aceves y Marcelo Flores. De hecho, el lateral abandonó el club en invierno y se dio paso a Leo Sequeira, que tampoco terminó de convencer. 

Por ello, Pachuca intenta ofrecer opciones que no acaben de limitar el cupo de extracomunitarios, por si en algún momento hubiese alguna oportunidad de mercado a tiro para el conjunto carbayón. Los últimos nombres que han sonado siguen esta tendencia. Nicolás Schiappacasse, el último en llegar, cuenta con la doble nacionalidad –italiana y uruguaya–; y uno de los refuerzos prioritarios, Santiago Colombatto, con la italiana y la argentina, por lo que ninguno de los dos ocuparía la última plaza disponible.