Pendientes de la enfermería en el peor momento 

Sin apenas tiempo para procesar el punto obtenido en Málaga, la plantilla del Real Oviedo ya tiene las miradas puestas en el partido ante el Mirandés (martes, 19:00). La expedición carbayona puso rumbo a tierras asturianas este domingo y mañana trabajarán a partir de las 18:00 horas en El Requexón. Y en esa sesión todas las miradas estarán puestas en el estado físico de varios integrantes del equipo. 

Por circunstancias del calendario, el Oviedo disputará cinco encuentros en apenas dos semanas. El primero ya es historia, pero de Málaga el Oviedo se lleva dos bajas. Oier Luengo no estará ante el Mirandés por sanción y todo apunta a que Carlos Pomares tampoco. El lateral se retiró antes del descanso por un problema muscular y las sensaciones no son positivas. “Pomares es el que nos preocupa más, habrá que ver las pruebas. Confiemos en que no sea mucho, pero notó una sensación rara”, aseguró Javi Calleja al término del encuentro. 

De esta manera, el técnico tendrá que reestructurar la zaga para el partido del martes y también estará pendiente de otros futbolistas que estaban llamados a ser importantes en la rotación. Paulino de la Fuente, Carlos Dotor y Braat no fueron convocados para el partido en La Rosaleda por “unas pequeñas molestias” y la sesión de mañana será clave para decidir si finalmente entran en la citación o no. “Lo mejor es parar, que se pierdan uno y que no vaya a más. Esperemos que en unos días puedan estar disponibles”, comentó Calleja en la previa.

Lo que está claro es que habrá mucho movimiento en el once durante los próximos partidos. El cansancio, el riesgo de lesiones y la oportunidad de la Copa del Rey son factores que estarán presentes en la cabeza del cuerpo técnico para ver a otros futbolistas de inicio. También servirá para ver el fondo de armario de una plantilla confeccionada para luchar por el ascenso. "Hay una buena plantilla y es momento de tirar de todos”, sentenció Calleja.