Susto en El Molinón: Atasco en la salida por una maleta abandonada

A la conclusión del partido, la Policía tuvo que actuar ante una maleta sin dueño a las puertas del estadio, generándose un importante atasco en la Tribuna Oeste

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Atasco
Imagen de la Tribuna Oeste de El Molinón al término del partido
Vie, 18/04/2025 - 22:42

La gente que abandonaba El Molinón en la Tribuna Oeste lo hacía con la sonrisa que siempre sobresale de los tres puntos. Sin embargo, su salida del estadio se demoró más de lo habitual. Una fuerte retención frenaba al público a la hora de dejar atrás el recinto. El motivo, desconocido para los espectadores que aguardaban su momento para salir de El Molinón, se conocería después. Una maleta olvidada en la acera del parque Isabel la Católica encendió las alarmas. 

Fue al término del partido cuando apareció una maleta junto a una chaqueta en los aledaños del estadio. Un objeto, sin dueño aparente, que hizo llamar la atención de los cuerpos de seguridad presentes en el estadio. Se activó el protocolo habitual ante las dudas del contenido de la maleta, acordonando la zona y obligando a la gente a salir por la acera más cercana al estadio. Algo que muchos desoyeron, obligando a los miembros de la Policía a reforzar la zona. 

El protocolo ante un posible explosivo terminó con la aparición del dueño despistado del objeto. Fruto de un olvido, el responsable de la maleta resolvió la problemática que había provocado las retenciones a la puerta del estadio. Con el problema ya despejado, la salida de El Molinón recuperó su estado habitual.

Un susto que obligó a la redistribución de la salida del campo y que hizo tomar cartas en el asunto a los miembros de la seguridad. Un olvido que provocó grandes atascos en El Molinón. Minutos después del final del choque, el aspecto del interior del graderío gijonés era de nulo movimiento. 

Fue la única nota negativa en una gran tarde de fútbol en lo ambiental. El Molinón respondió ante la cita, dejando una gran entrada en el partido ante el Mirandés. Un aforo que se tradujo en un gran ambiente, con una afición entregada al juego de los de Garitano. Los goles rojiblancos hicieron subir más los decibelios, llegándose a la recta final con el himno a capela resonando en las gradas del estadio gijonés.