Tres claves antes del Sevilla-Oviedo: Un partido que puede romper la dinámica azul

El Pizjuán sancionado, el impulso emocional tras el duelo ante el Mallorca y las incógnitas ofensivas del equipo azul dibujan un escenario muy distinto al habitual

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Ramón Sánchez-Pizjuán
Lun, 08/12/2025 - 21:40

El partido del domingo en el Sánchez-Pizjuán llega envuelto en análisis tácticos, bajas sensibles y urgencias clasificatorias, pero hay factores de fondo que también influirán y que han pasado prácticamente desapercibidos. El choque entre Sevilla y Real Oviedo estará condicionado por aspectos que van más allá del césped y que pueden tener un peso real en el desarrollo del encuentro.

La primera clave es el entorno del Pizjuán, que no será el habitual. El estadio sevillista afronta un cierre parcial por sanción, consecuencia de los incidentes ocurridos en el derbi ante el Betis. Esto modifica el ambiente y la energía que suele encontrarse cualquier visitante. No es lo mismo competir ante un Pizjuán completo que hacerlo en un contexto más frío, más tenso y con parte de la grada clausurada. Para un equipo como el Oviedo, que ha sufrido en escenarios de alta presión, esta circunstancia puede equilibrar ligeramente el arranque del encuentro.

La segunda clave está en el impacto emocional del partido ante el Mallorca. Más allá del resultado, el equipo se marchó con nueve jugadores, una sensación de injusticia y la convicción interna de que compitió bien. Ese tipo de partidos pueden romper dinámicas… o reforzar identidades. Carrión insistió en la unión del grupo, en el espíritu mostrado y en que “está más cerca de lo que parece”. Sevilla será un examen inmediato para comprobar si esa lectura se transforma en una reacción real.

Y la tercera clave pasa por el modelo ofensivo que presentará el Oviedo. La ausencia de Cazorla y Viñas obliga a cambiar automatismos y puede acercar al equipo a un plan más vertical. La vuelta de Javi López, el estado de Hassan y la posibilidad de ver a Forés con más protagonismo convierten la banda derecha y el rol del segundo punta en dos incógnitas centrales. 

El Pizjuán, incluso parcialmente cerrado, sigue siendo un escenario de Primera. Y el Oviedo llega con la sensación de que este partido no es uno más: es una oportunidad de romper inercias y demostrar que el equipo es más competitivo de lo que señala la clasificación. Lo que no se cuenta a simple vista puede ser, precisamente, lo que decida el duelo.