Un comienzo difícil para Santi Cazorla
El capitán azul, que en diciembre cumplirá 41 años, afronta un inicio diferente en el regreso del Oviedo a la élite
La Liga

El regreso del Real Oviedo a Primera División ha traído consigo la continuidad de uno de sus mayores símbolos. Sin embargo, el inicio de temporada no ha sido sencillo para Santi Cazorla, que en estos dos primeros encuentros de Liga apenas ha tenido protagonismo dentro del terreno de juego.
Ante el Villarreal en La Cerámica y frente al Real Madrid en el Carlos Tartiere, el capitán azul solo disputó los últimos minutos, un rol más secundario que refleja la gestión que el cuerpo técnico está haciendo de su participación. A sus 40 años —cumplirá 41 en diciembre—, las apariciones del asturiano parecen destinadas a ser más estratégicas, reservando su calidad para tramos concretos.
La figura de Cazorla, no obstante, trasciende los minutos de juego. Su liderazgo en el vestuario, su capacidad para transmitir la experiencia acumulada en una carrera de élite y su conexión con la afición lo convierten en un referente indispensable en este nuevo desafío del Oviedo en la máxima categoría.
El club y Veljko Paunovic buscan que Santi pueda aportar en momentos clave, dosificando esfuerzos y protegiéndolo físicamente tras una trayectoria marcada por la exigencia. La gestión de sus minutos puede ser determinante para que el capitán pueda tener impacto a lo largo de la temporada.
Más allá del difícil comienzo, su sola presencia en la plantilla simboliza el regreso del Oviedo a la élite. Cazorla representa la unión entre pasado y presente, un icono que sigue aportando ilusión al oviedismo, incluso cuando su papel sobre el césped se limite a destellos.