Un rival prácticamente desahuciado y con bajas sensibles

Real Oviedo y Sociedad Deportiva Ponferradina se miden este domingo (16:15 horas, Carlos Tartiere) en situaciones bien distintas. Los azules, que acumulan tres victorias consecutivas, buscarán una cuarta que, junto a un traspié del Málaga, sería definitiva para alcanzar la permanencia matemática en Segunda División, y así afrontar con más tranquilidad las últimas jornadas.

Un objetivo, el de la subsistencia en la categoría de plata, que le queda lejos al rival de los carbayones. La Ponferradina es antepenúltima en la clasificación con 36 puntos, a nueve de la permanencia tras la victoria del Racing esta noche. Con tan solo quince puntos en juego, una derrota en el Carlos Tartiere podría ser su sentencia, después de una racha que ha lastrado sus opciones de permanencia: los bercianos acumulan cinco partidos sin ganar. Su última derrota 1-4 frente al Andorra ha hecho mucho daño.

"Ha sido una semana muy complicada, sobre todo a nivel anímico. Fue un palo muy duro y los jugadores son conscientes de la situación", expresó el entrenador de la Ponferradina, Juanfran García. Así las cosas, el técnico no quiere que su equipo baje la guardia y espera terminar el campeonato lo más dignamente posible: "Vamos a pelear hasta el final porque somos profesionales y nos debemos a esto. Hay que ir a por los tres puntos en todos los campos", añadió. Para este duelo, el técnico no podrá contar con los sancionados Paris Adot y Derik Lacerda, dos de los futbolistas con más participación esta campaña.

Sobre su rival, el Real Oviedo, el entrenador valenciano no tiene más que buenas palabras. "Sabemos lo que nos vamos a encontrar, un equipo que viene de una buena dinámica y con mucha confianza que no se va a salir de su plan. No pierden los nervios, defienden bien y se manejan bien en las transiciones. Tenemos que centrarnos en hacer las cosas bien", subrayó Juanfran García, tercer técnico que se hace cargo del equipo esta temporada tras José Gomes y David Gallego.