Una prisa que ya se justifica en la portería del Sporting

Pocas veces ocurre que un equipo consigue marcar tres goles lejos de su estadio y el futbolista más destacado es su portero. Pasó en el Carlos Belmonte. La victoria del Sporting de Gijón ante el Albacete dejó a Rubén Yáñez como uno de los grandes señalados. El portero catalán fue clave en la primera parte para sostener el chaparrón manchego con tres intervenciones de mérito que salvaguardaron su portería hasta la recta final de encuentro y, por ende, la victoria del Sporting. 

Tan solo un centro de Jonathan Silva que se envenenó fue capaz de fastidiarle su portería a cero. Esa que había sido capaz de conseguir con paradas de nivel en el transcurso del partido. Una lista de intervenciones que, sumadas a las realizadas en el resto de partidos, sitúan a Yáñez como el tercer portero de la categoría que más paradas ha realizado en la competición. 33 intervenciones suma el catalán. Solo superado el sportinguista por las 37 con las que igualan en lo alto de la clasificación Jokin Ezkieta (Racing de Santander) y Marc Martínez (Cartagena). 

El buen momento de Rubén Yáñez, con 12 goles encajados en 12 partidos y ampliando su nómina de buenas sensaciones, sigue dándole la razón al movimiento más rápido del mercado de fichajes de la dirección deportiva. El Sporting estuvo ágil tras el final de la temporada. Una vez consumado la campaña con el equipo salvado en Segunda división, la dirección deportiva subió una marcha en busca de su primer objetivo del verano. Supo hacerse fuerte, esperar su momento, imponerse a sus rivales y hacerse con los servicios de un portero codiciado por más equipos de la categoría. Fue a la semana siguiente de acabar la liga cuando el Sporting apalabró su incorporación. Una operación rápida y precisa que da sus frutos con el paso de las jornadas. 

Una operación de mucha importancia para la dirección deportiva del Sporting. Se consiguió el primer gran objetivo del verano y los resultados ofrecidos hasta entonces le están dando la razón a las prisas del conjunto rojiblanco. Un portero que ofrece seguridad en cada acción y que también es capaz de dar puntos, como se pudo ver en Albacete. Una actuación que no empaña el gol encajado a pesar de las ganas que siempre tiene un portero de dejar su meta vacía. 

"Tenía la sensación de que hoy sólo me podían meter gol así, con un golazo", explicaba entre risas en la zona mixta del Belmonte Rubén Yáñez. Un portero que despachó, posiblemente, su mejor tarde como rojiblanco y que está justificando con creces la apuesta que realizó la dirección deportiva por él hace unos meses. La confianza mostrada la está devolviendo con seguridad y paradas de mérito. El binomio perfecto.