Pues sí, nos equivocamos

Pablo Detori, el técnico del Urraca, continúan su espacio en Killer Asturias con un artículo en el que trata de naturalizar las decisiones, aciertos y errores, de los entrenadores

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Pablo Detori 2
Jue, 30/12/2021 - 11:44

Algo que históricamente sucede cada fin de semana es sin duda la crítica a los técnicos una vez finaliza la jornada. Dicha crítica llega desde diferentes flancos, la de la prensa es la primera (muchas veces incluso con el partido en juego). La de los aficionados, que entienden que el técnico cometió algún tipo de error y lo expresan casi siempre basándose en el marcador. Luego está la crítica interna, la de club, muchas veces guiada por el resultado también, pero con el añadido de ser fuego amigo. Todos estos grupos entienden que el técnico se equivocó de una u otra manera.

Pues sí, nos equivocamos, muchas más veces de las que nos gustaría. En todas las profesiones se comenten errores. Sobre todo cuando tienes que gestionar a personas y sus errores pasan a ser tuyos con facilidad. Cuando tu trabajo consiste en gran medida en estar tomando decisiones constantemente es más fácil equivocarse. De lunes a domingo estás tomando decisiones que no son al azar.

Todas (entrenamientos, tareas, convocatoria, alineación, plan de partido en relación al estudio del rival, gestión emocional del grupo, sustituciones durante el encuentro, correcciones al descanso, cambios, etc) se toman desde el conocimiento y la experiencia. Claro que nos equivocamos a veces, como todos en sus trabajos. 

Por eso entiendo que sería buena idea que todos entendiéramos los errores. Que las críticas fuesen más comprensivas y con una mirada más global, más de fútbol y menos puntual. Los técnicos bien haríamos en reconocer nuestros errores más a menudo, con más naturalidad y sin dramas. Sí, nos equivocamos señores, nos gustaría no hacerlo, pero pasa y además nos pasa a todos.

Cuando a parezca ese momento y llegue la crítica (constructiva a ser posible) recuerden, no era su intención, no le salió bien. Como sé con certeza que más pronto que tarde tomaré una mala decisión, eso que vaya por delante. Lo siento la cagué, no era mi intención, culpa mía.