Tomar decisiones

Se acabó la Copa, llega la resaca. Se ha esfumado la única ilusión que le quedaba al sportinguismo en otra temporada de penar por el desierto. La Copa del Rey ha supuesto un pequeño oasis en ese desierto y ha permitido a la afición rojiblanca vivir dos partidos a la altura de lo que se merece esta ciudad. Pero además de oasis, estos dos partidos también han sido un espejismo. Dos destellos de un equipo que parece necesitar enfrentarse a un rival de Primera para sacar su mejor versión. No se entiende que este equipo sea capaz de eliminar a un equipo Champions y poner contra las cuerdas a otro equipo de nivel superior y que tres días después sea incapaz de ganar en el Molinón a un equipo inferior y jugando con superioridad.

Ahora toca centrarse en lo verdaderamente importante y tomar decisiones verdaderamente importantes. El proyecto de Gallego se gripó hace muchas jornadas pero el club sigue empeñado en arrancarlo pese a no dar ninguna sensación de poder reaccionar. Y necesita arrancar. Ya no sólo porque el playoff de ascenso parece algo imposible sino porque, si el Sporting no reacciona de inmediato, se puede meter en un serio problema.

El partido del Amorebieta debería ser ultimátum de verdad, de esos que, o apruebas con nota, o se toman decisiones. La incapacidad de Gallego, de los jugadores y del club ha llevado a este equipo a estar en tierra de nadie y temblando para no meterse en un problema mayor. Toca ver si a la enésima vez el equipo reacciona. Toca ver si a la enésima vez Gallego le da protagonismo de verdad a jugadores como Cristian Rivera o Borja López. Y si se vuelve a tropezar tocará ver si a la enésima vez el club decide tomar decisiones importantes. Por el bien de todos ojalá, a la enésima vez, llegue de verdad la reacción del Sporting.