El sueño del ascenso tendrá que esperar

Con aroma de un día especial. Así se despertaba este domingo Avilés, que aguardaba con nerviosismo la cita de esta tarde en el Román Suárez Puerta. Los avilesinos se jugaba nada menos que el ascenso a Primera RFEF, el tercer peldaño del fútbol español. Colocarse en la antesala del fútbol profesional daba sentido al ambicioso proyecto de Diego Baeza. Pero antes había que hacer los deberes ante el Recreativo Granada, filial del conjunto nazarí, tras el 1-1 de la ida.

Los de Emilio Cañedo salieron con ganas de mandar en el verde, espoleados por 6.700 espectadores que abarrotaron las gradas del municipal avilesino. Desde el comienzo, Isi Ros empezó a hacer de las suyas, con movimientos eléctricos que desajustaban la zaga visitante. En una gran jugada individual, el murciano forzó la primera tarjeta amarilla al central Diego López. El lanzamiento de la falta se fue a las nubes.

El Recreativo Granada lo intentaba a arreones, pero los blanquiazules, más enchufados, desactivaban cualquier ataque del conjunto andaluz. La más clara de los nazaríes fue después de una buena transición por banda derecha que terminó con un centro de Youness que Samu, libre de marca dentro del área, no acertó a rematar. Minutos más tarde, el cuadro asturiano respondía con un cabezazo de Alorda que, sin oposición, puso en aprietos al guardameta visitante, cuando el Román Suárez Puerta ya celebraba el tanto.

Los miles de aficionados del Real Avilés no se imaginaban lo que estaba por llegar. Dos bofetadas que pusieron contra las cuerdas el equipo de Cañedo. En el minuto 40, llegaría la primera. Morcillo cometió un penalti sobre Samu, muy discutido por el equipo blanquiazul. Sin apenas dar muestras de nerviosismo, Martín Solar se encargó de transformar y adelantar a los andaluces. 0-1.

Al cuadro de Emilio Cañedo se le complicaba la eliminatoria. Más si cabe, unos minutos más tarde, cuando el Recreativo Granada tomó aún más ventaja en el electrónico. Samu pescó una pelota dentro del área, se revolvió a placer y con un fuerte derechazo coló la pelota en la escuadra, segundos antes del final de la primera parte. El Real Avilés estaba KO.

Tras el paso por los vestuarios, Emilio Cañedo movió el banquillo y dio entrada a Rodri Suárez en detrimento de Javi Fontán. Los primeros minutos del segundo acto fueron un monólogo del Real Avilés. Los blanquiazules dispusieron de una triple ocasión que a punto estuvieron de transformar en gol. Primero Isi Ros, después Mayorga al larguero y más tarde la tuvo Morcillo. Los avilesinos empezaban a asomar la patita, pero sin el premio del gol.

El partido entró en barrena, lo cual beneficiaba al Granada, que aprovechaba cualquier interrupción del partido para arañar minutos al crono. Isi Ros, la mayor amenaza de los blanquiazules, quería la pelota, pero sus conducciones se quedaban en meras intenciones. Natalio, en una de las últimas, dispuso de la más clara en toda la segunda parte, pero su volea dentro del área se fue por encima del travesaño. Los de Emilio Cañedo lo intentaron hasta el final, pero sin suerte. El sueño del ascenso tendrá que esperar, al menos, una temporada más.