La Crónica: Al Sporting se le complica el sueño

Complicado, sí. Imposible, nada. Al Sporting de Gijón le tocará tirar de épica en El Molinón para conseguir colarse en la final del play off de ascenso. Todo después de un partido vibrante, digno de la altura de temporada en la que nos encontramos. Un partido de mucho tira y afloja en el que los rojiblancos no atinaron y los pericos sí. Javi Puado aprovechó una pérdida rojiblanca para rematar una contra y complicar la eliminatoria. Tocará ir a Barcelona con ganas de hacer heroicidades. 

Era una final dentro de las semifinales. Y eso se notaba. El Molinón se empeñó en jugar el partido y fue uno de los destacados del choque. Todo ello en un inicio frenético. Nadie se guardaba nada y Sporting y Espanyol se repartían las ocasiones. Más para los catalanes, más intensas para los locales. El Sporting fue el que más se acercó al gol en el inicio. Cuando el Espanyol apretaba, el conjunto gijones salía a la contra. Y Hassan estaba siendo un dolor de muelas para los pericos. El francés encontró a Gaspar con facilidad tras un buen momento del gijones que disparó bien de forma cruzada. Exigió a Joan García a esforzarse para sacar el balón. 

En el otro área, las llegadas eran más. Y empezaron a ser peligrosas. Nico Melamed era un diablo, Braithwaite un demonio. Ambos atacantes buscaban los espacios a la defensa rojiblanca, obligando a intervenir a los zagueros. En especial, a Guille Rosas que se despachó a las mil maravillas contra los ataques pericos. La más clara la tuvo Puado tras un regalo del pichichi danés que el larguero repelió. Se libraba el Sporting antes del descanso. 

Ya en la segunda parte, el Sporting volvió a salir con ganas. Otero tuvo la primera y fue muy clara, con un remate de cabeza en el área pequeña que se escapó alto. Mientras que el Espanyol llegaba con peligro, el conjunto gijonés volvía a cocinar en exceso las jugadas. Le dio entrada Ramírez a jugadores de buen pie para tratar de desbloquear la defensa perica. En el otro área, el salvador de Elda volvió a hacer de las suyas. Rubén Yáñez salió de la nada para dejar con el molde a Braithwaite. Gran intervención del meta catalán que no pudo hacer un nuevo milagro en la siguiente.

Erró Villalba en una conducción, se durmió y el Espanyol se armó en ataque. Braithwaite lo hizo de cine y Puado de película. Definió bien el delantero catalán ante la salida de Yáñez, le regateó y a puerta vacía volcó un jarro de agua fría en El Molinón. Tuvo varias para empatar el Sporting, una clara en botas de Campuzano. Al final, nada de nada. El Sporting se quedó a cero, el Espanyol se marcha con ventaja para casa y hasta allí buscará ir a remontar el conjunto de Ramírez.