La Crónica: ¡Qué alivio y qué tristeza!

El Sporting se salvó a pesar del propio Sporting. Los rojiblancos despacharon una pésima tarde lejos de la altura del partido y de lo que se estaban jugando. El equipo de Abelardo jugó más con el resto de marcadores que estaban dándose en la jornada 41 en LaLiga Smartbank que con su propio encuentro. Triste. Una mala tarde del Sporting ante el Fuenlabrada la solventó la derrota de la Real Sociedad B en El Alcoraz. Permanencia asegurada. Gran borrón que no puede dar paso a una cuenta nueva. Reflexión profunda debe acompañar otra tarde para el esperpento rojiblanco. 

Lo que funciona, no se toca. Con esa máxima, Abelardo afrontó el partido en el Fernando Torres. Mismo once que encandiló ante el Girona y con la misma idea que ante el equipo catalán. El inicio no fue, ni mucho menos, tan fulgurante como siete días atrás. El Fuenlabrada salió con la etiqueta de equipo poderoso y parecía ser el que buscaba más. Llegaron dos avisos madrileños en los primeros minutos. Primero, un remate de cabeza de Adrián González después de un mal marcaje de Guille Rosas. Minutos más tarde, Pedro León corroboró la caraja rojiblanca con una segunda ocasión que se marchó cerca del palo de Cuéllar. 

Las desgracias no llegarían solo en forma de ocasiones. Juan Berrocal se fue al suelo aquejándose de la parte posterior de la pierna derecha. El jerezano se fue al suelo y pidió el cambio. En su lugar, entró Rivera, retrasando a Gragera al centro de la defensa. Un cambio que, pese a la desgracia, animó ligeramente al Sporting. Fueron ganando metros los hombres de Abelardo, aunque el acierto de los hombres de arriba no era el mejor. La leve mejoría del Sporting no se tradujo en ocasiones. 

Empezó a crear el Sporting por medio de las botas de Villalba. La primera acción buena del valenciano dio pie a la primera 'llegada' rojiblanca. Entró Aitor García a poner el centro pero nadie entró al remate. Sí entró a meter la cabeza de nuevo Adrián González a rematar un gran balón servido desde la banda. Su remate, franco y sin marca de Borja López, se fue a las manos de Cuéllar. Caraja monumental antes de la pausa para hidratación. 

Le haría falta una pausa mucho más larga al Sporting para despertar. Tras el parón, el Fuenlabrada volvió a avisar. De nuevo, a balón parado. De nuevo, sin marca de Borja López. De nuevo, Adrián González. El remate del hijo del mítico Michel González se marchó muy cerquita de la portería de Cuéllar. También quiso devolver los regalos el equipo madrileño. Mikel se relajó y le cedió el balón a Aitor García. El de Gibraleón intentó el disparo de primeras y se marchó cerca del palo de Morro. 

Las buenas noticias de otros campos eran los únicos motivos para la celebración en la grada rojiblanca del Fernando Torres. Empezó la segunda parte con otra cara el Sporting. De la mano de Rivera que comenzó a recuperar cada balón que le pasaba por delante. Pero el peligro lo llevó el Sporting a balón parado. La puso con melodía Pedro Díaz y Sotillos actuó como amigo. Su balón se estrelló contra el larguero de Morro. Síntoma de la mejora rojiblanca. Pero síntoma que no significó nada. Erró Borja López y cerca estuvo de castigarle Zozulia con un remate de tacón que no encontró portería. 

La mejoría del Sporting se mantuvo con el paso de los minutos y buscó el Sporting rentabilizar con llegadas. Clara. Muy clara la tuvo Pedro Díaz. Se la dejó de cara Djuka para Pedro Díaz. El '8' rojiblanco metió el interior y su balón se marchó levantando astillas del palo diestro de Morro. El Sporting era totalmente otro en la segunda mitad pero la puntería era la misma que en la primera. Kravets estuvo más errático que nunca. Pese a ello cerca estuvo de servir un buen saque de esquina a la cabeza de Djuka. 

El Fuenlabrada comenzó a apretar y al Sporting le temblaron las piernas. Iván Cuéllar se erigió en santo para negarle el gol a David Amigo en el mano a mano. Una parada que resultó definitiva visto lo visto. Buscó el Sporting llevarse el partido, pero la cabeza no estaba en Fuenlabrada. Estaba en El Alcoraz donde el gol de Juan Carlos en el descuento desató la locura en la grada rojiblanca. El Sporting selló la permanencia en Segunda división de una manera triste. Acorde a la temporada. Paso a la reflexión profunda. Esto no puede volver a pasar.