El Covadonga se gana la tranquilidad

Pocas jornadas se han vivido de una forma tan apasionada como esta última en Tercera Federación. Al margen de uno de los encuentros de la tarde dominical, en los otros ocho campos había algo en juego. Y uno de los puntos en los que se centraron buena parte de las miradas era el Álvarez Rabanal. El Covadonga recibía a un Llanes que iba a ser cuarto en este final de temporada y llegaba con la promoción de ascenso debajo del brazo. Pero los ovetenses aún tenían que remar por última vez para no verse en apuros. Solo valía el triunfo para certificar la permanencia, y pese al sufrimiento, el equipo de Fermín Álvarez acabó cerrando el año de la mejor manera posible. 

Y eso que las cosas no arrancaron nada bien para los ovetenses. En la despedida de Fermín Álvarez del banquillo del Rabanal, al Covadonga le tocó remontar. Esto fue debido a que a los cinco minutos de encuentro, Cristofer lograba adelantar al Llanes, que acertaba en su primera aproximación a la meta de Raúl. A los ovetenses les tocaba remar a contracorriente. Conforme pasaban los minutos, el equipo que este domingo actuó como local fue ganando metros y generando sus primeras opciones sobre la meta llanisca, aunque la precipitación y falta de acierto en los metros finales hizo que no estrenasen el marcador en este primer acto. 

Tras el paso por vestuarios, el Covadonga mostró su versión más efectiva. Los de Fermín Álvarez dieron un paso al frente, sabedores de que el triunfo les dejaba con la permanencia hecha. Y a los cinco minutos de la reanudación, un autogol de Pablo Álvarez encendía a los locales, que se apresuraron por la remontada. Minutos después del empate, Carlos Figar volteó el marcador y en las gradas locales se respiraba ya aroma de salvación. Una permanencia que quedó cerrada definitivamente con el tanto de Omar pasada la hora de partido. Desde ahí y hasta el final, el equipo de la capital del Principado controló el encuentro y acabó festejando una victoria que les deja un año más en Tercera Federación.