La Crónica: Un Sporting gélido vuelve a las andadas

El espejismo de Cartagena se quedó en eso. El Sporting volvió a las andadas en El Plantío en un partido en el que tenía una oportunidad muy buena para distanciarse del todo de la zona de abajo. No aprovecharon los de Martí la oportunidad para ampliar el colchón y despacharon un partido plano sin opciones claras de victoria. El dato que lo refleja son los tiros a portería: ningún aviso entre los tres palos para el Sporting. Así es imposible sacar más de un punto. Eso fue lo que consiguió el Sporting. Babin, Pedro Díaz y Cuéllar se salvan de una quema general en un Burgos frío que paralizó a los rojiblancos. 

La noticia saltó una hora antes del partido. José Luis Martí confirmó al portero en el que deposita su confianza. Iván Cuéllar le ganó la partida a Diego Mariño y fue el encargado de enfundarse la camiseta de portero en El Plantío. El gallego se quedaba en el banquillo junto a Aitor García, suplente en detrimento de Puma Rodríguez. En el otro costado, Gaspar empezaba de inicio y sería el encargado de llevar la primera ocasión de peligro. Buscó el palo diestro de la portería de Caro en los primeros minutos de partido, pero se marchó fuera. 

El Sporting empezaba con fuerza. El Burgos dejaba huecos entre líneas, lo que comenzó aprovechando el equipo de Martí. Sin finalizar de forma clara, el Sporting se comenzaba a asomar por la portería visitante encontrando a Fran Villalba entre los defensas. Sin efecto. El primer arreón del Sporting no lo materializó el equipo rojiblanco, espoleado por más de 2.000 sportinguistas en las gradas. El Burgos tomó la manija del juego y comenzó a controlar el balón. Comenzaron los de Calero a asediar la defensa asturiana, donde nuevamente empezaron a asomar los errores. 

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Primero fue Berrocal el que dejó a Malbasic controlar en el interior del área. Su disparo se marchó a córner. Desde la esquina, el Burgos colgó un balón que volvía a rematar el propio Malbasic. El serbio le ganó la espalda a Kravets y su remate se paseó por delante de la meta de un inerte Cuéllar. Tendría que actuar el guardameta del Sporting para evitar el primero. Después de una mala presión rojiblanca, el Burgos disparó desde fuera del área exigió la estirada del emeritense. El rechace lo 'cazó' Juanma, aunque su posición adelantada lo delató. El VAR corroboró la decisión acertada del asistente para salvar un despeje defectuoso de Cuéllar. 

La principal ofensiva rojiblanca fue obra de Djuka. Se giró de maravilla Gaspar en la frontal para filtrar un pase para el '23'. Su disparo se marchó fuera tras intervención de Caro que el colegiado no vislumbró. Terminó la primera parte con el balón alejado de ambas áreas, sin que nadie fuera capaz de llevárselo a su dominio. El Sporting, más similar a otras etapas oscuras de la temporada que a lo visto ante el Cartagena. 

La segunda parte arrancó con el Sporting ligeramente dormido. El Burgos empezó con fuerza y pronto dejó claras sus intenciones. Tras una juega a balón parado, llegó un misil con dirección a la escuadra. Para impedir un golazo, un paradón. Voló Iván Cuéllar para evitar el primer gol burgalés con su primera gran parada desde su regreso a Gijón. Se salvaba el Sporting que se mostraba incapaz de hacerle daño a un Burgos también fallón en defensa. Un rechace lo aprovechó Gaspar para servir a Villalba. El valenciano no atinó con la zurda y su disparo se marchó a la izquierda. 

Pese al ambiente frío, el partido entró en calor a veinte para el final. Djuka reclamó un penalti, algo que también pidió con contundencia. La acción, fuera del área no entró en el abanico del VAR, algo que no entendió Martí. El balear escondió al balón y comenzó a reclamar con intensidad la pena máxima. Demasiada para Sánchez López, que mandó al técnico del Sporting al vestuario antes de tiempo. Expulsado. 

Con Fabián Rivero al mando de las operaciones, buscó el Sporting la victoria en la recta final. Entraron Gragera y Pablo Pérez para buscar una recta final más condensada. Y denso fue el partido hasta su recta final. Se 'limpió' el Sporting en cuanto a apercibidos de cara al derbi asturiano, con las tarjetas de Djuka y Babin. El Sporting finalizó el encuentro sin disparar ante los tres palos y demostrando que el partido ante el Cartagena solo fue un cruel espejismo. El Sporting y el sportinguismo se resigna hacia un final de temporada que se hará eterno. Con poco en juego. Y menos mal.