Bolo ya empeora las cifras de Ziganda
Los azules, que firman el peor inicio en su casa desde 2015, han perdido en el Tartiere un partido más que en toda la temporada pasada con Ziganda
Que al Oviedo no se le dan bien los comienzos de competición es una realidad. O al menos, así lo justifican sus números en anteriores temporadas. Este año, con ilusiones renovadas tras la llegada de Pachuca, Tito Blanco, Jon Pérez Bolo y una plantilla, a priori, mejorada, la afición oviedista esperaba que su equipo rompiera con ese gafe. Pero ni con esas.
Los azules están rindiendo muy por debajo de lo esperado, tanto en el juego, como en los puntos sumados. A pesar, incluso, de contar con el Carlos Tartiere como aliado en este inicio de competición. Tras ocho jornadas disputadas, los de Bolo han jugado como locales en cinco de ellas. Sin embargo, los carbayones no le han sacado provecho a jugar con el público a su favor.
Los azules tan solo han ganado un partido, han empatado otro y han perdido en tres. El último, ante el Cartagena, de manera holgada (1-3). Hasta la fecha, los de Bolo habían iniciado el campeonato con dos encuentros seguidos en casa (Andorra y Leganés), derrota (0-1) y victoria (1-0), respectivamente. Luego, un empate de mérito ante el Levante (1-1), y antes del encuentro ante el Efesé, derrota frente al Ibiza (0-1).
Este inicio supone el peor registro de los azules en su feudo desde que aterrizó en el fútbol profesional. De hecho, el equipo de Bolo ya ha perdido en el Tartiere un partido más que en toda la temporada pasada con Ziganda. La afición, cabreada con lo visto hasta la fecha, despidió al equipo y al cuerpo técnico con una sonora pitada. Ahora, es responsabilidad del técnico, como él mismo ha dicho, “convertir los pitos en aplausos”, y volver a hacer del coliseo azul un fortín.